Leer noticias sobre investigadores que lanzan experimentos muy útiles para la humanidad, o inventos que nos harían la vida más fácil de ser un éxito comercial, son esfuerzos que no siempre son bien recompensados.
En México, casi la mitad de la gente dedicada a la ciencia y tecnología están desempleados. Esto lo reportó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en su último Informe general del estado de la ciencia, la tecnología y la innovación 2015.
También te puede interesar: El 41.6% de los mexicanos con estudios en ciencia y tecnología sin empleo
En el documento, que fue publicado en La Jornada, detallan que el 41.6 por ciento de la gente que estudió ciencia y la tecnología no tiene trabajo, pese a que el 12.1 estudió una maestría y el 1.1 un doctorado.
La primer explicación del Conacyt a este fenómeno es que los 11.4 millones de alumnos que cursaron ciencia o algo relacionado a esos sectores, podrían no estar bien calificados en su área de estudio.
Es por esto que muchos optan por emplearse en actividades relacionadas. Por área de ocupación, de quienes estudiaron ciencia, cinco de cada 10 cuentan con una preparación en ciencias sociales, dos de cada 10 en ingenierías y tecnología.
También se sabe que una de cada siete se especializaron en campos de la salud, mientras que en las ramas de ciencias naturales y exactas, agropecuarias y humanidades representan un 16 por ciento de los ocupados en ciencia y tecnología.
Otro escenario adverso es que México es uno de los países que menos recursos destinan en los campos de ciencia y tecnología. Con los recortes presupuestales de este 2017, el dinero se redujo un 5.7 por ciento.
En otras naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se destina para investigaciones el 2.39 por ciento del PIB, mientras que en México sólo se da el 0.57 por ciento.
Además, la fuga de talentos hacia otras naciones como Estados Unidos deja en el limbo las investigaciones y avances científicos que nuestros connacionales realizan en el país, pero al partir abandonan.
Es por esto que la comunidad científica sale a las calles del mundo y realiza en abril la “Marcha por la Ciencia”, una iniciativa que se originó en Estados Unidos en respuesta al recorte a la investigación del presidente Donald Trump.
La protesta coincide con el Día de la Tierra, donde más de 220 grupos de científicos se manifestaron en todo el orbe, en marchas multitudinarias a lo largo de otras 550 ciudades del mundo.
FUENTE: CULTURA COLECTIVA
