Por conducto de su pareja, Emma Coronel Aispuro, Joaquín El Chapo Guzmán presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por recibir en el penal del Altiplano un trato discriminatorio que “afecta su dignidad humana”.
La queja fue recibida por la CNDH el jueves 21. Tiene el folio 5645/2016 y se turnó a la Tercera Visitaduría General.
El Chapo fue detenido el viernes 8 en Los Mochis, Sinaloa, en un operativo encabezado por la Secretaría de Marina. Ese día fue recluido en el mismo penal de máxima seguridad del que se había fugado el 11 de julio de 2015.
El vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, hizo público la semana pasada que, desde su encarcelamiento, Guzmán Loera ha sido movido de celda en celda varias veces al día. “Puede pasar horas o puede pasar días en una misma celda”, afirmó.
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Asimismo se divulgó que ahora no hay ningún punto ciego en la celda de El Chapo, pues se le graba incluso cuando está en el baño, a diferencia de los otros presos. Además le pusieron guardias y hay un perro afuera de su celda, medida que tampoco se aplica a los demás internos, confirman familiares de diversos detenidos consultados por Proceso.
En su queja ante la CNDH, Guzmán Loera señala que lo mantienen aislado del resto de la población penitenciaria, no le permiten salir al patio ni le dan los estímulos que a los demás internos sí se les proporcionan. También, reportó, se le impide ir al comedor, le toman pase de lista cada hora identificándolo con una cámara y no le permiten dormir.
En su lista de reclamos también está que no le han dado ropa apropiada para cubrirse del frío y el hecho de estar sometido a bajas temperaturas “pone en riesgo su vida”.
“Esto se traduce en un trato desigual frente a los demás internos, discriminatorio y que afecta su dignidad humana por no respetársele los derechos mínimos para personas privadas de su libertad”, se señala en la queja.
También se le reporta a la CNDH que en las reuniones que Guzmán Loera sostiene con sus abogados están presentes custodios, quienes escuchan esas conversaciones que deberían ser confidenciales, según los principios básicos de la función de los defensores, emitidos por la ONU. Se sabe que ha habido al menos tres custodios presentes en las juntas de El Chapo con sus abogados.
Guzmán Loera se encuentra en el Módulo Uno junto con internos como José Jorge Balderas, El JJ, del Cártel de los Beltrán Leyva, y Miguel Ángel Treviño Morales, Z-40, líder de Los Zetas, quien había sido cambiado de penal pero con un amparo logró que lo regresaran al Altiplano, semanas antes de la recaptura del Chapo.
Gracias a familiares de internos se confirmó que incluso Treviño Morales tiene permiso de ir al comedor, en el cual se ejerce ahora mayor vigilancia.
En la queja de Guzmán ante la CNDH se argumenta que presuntamente se están violando convenciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Se apunta que en la resolución 1/8, “principios y buenas prácticas sobre la protección de las personas privadas de la libertad”, se establece que todas las personas detenidas sujetas a la jurisdicción de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos deben ser tratadas humanamente con estricto apego a los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
Lo que Guzmán Loera exige es, principalmente, recibir un trato igual al de los otros presos.
Siempre fiel
Recién ingresado al Altiplano, cuando Guzmán Loera pudo hablar con sus abogados lo primero que pidió es que fuera a visitarlo Emma Coronel Aispuro, joven de 26 años, exreina de belleza del municipio de Canelas, Durango, y pareja oficial del narcotraficante, con quien ha procreado dos hijas.
Coronel intentó visitar al capo los pasados jueves 14 y viernes 15, pero se le negó la entrada al penal con el argumento de que no es la esposa legal. Proceso corroboró que El Chapo sigue casado legalmente con su primera esposa, Alejandrina Salazar, madre de sus primeros cuatro hijos: César, Iván, Gissele y Alfredo.
En su anterior reclusión en El Altiplano (2014-2015), en todo momento la Secretaría de Gobernación –responsable de los penales federales– permitió que Emma Coronel hiciera las visitas familiares e íntimas.
Durante el año y medio que estuvo en El Altiplano, Emma fue el familiar que más visitó al Chapo. Iba rigurosamente cada nueve días, además de estar anotada como persona de confianza y verlo en algunas ocasiones en juzgados.
Quienes la conocieron la describen como una mujer callada y sencilla. Frecuentemente iba acompañada de sus dos hijas, gemelas.
También se permitían las visitas de Lucero Guadalupe Sánchez López, diputada del distrito 16 de Cosalá, quien hasta el miércoles 20 fue integrante de la bancada del PAN en el Congreso de Sinaloa. Información de inteligencia de la Secretaría de Marina identificó desde 2014 a Sánchez López como pareja sentimental del Chapo e incluso se le atribuye haber procreado un hijo con él. Ahora está sujeta a investigación, en calidad de indiciada, por la Procuraduría General de la República.
Fuente: Proceso