Al participar en la bienvenida de la XVII Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, que se lleva a cabo en Mérida, Yucatán, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó que conseguir a plenitud la paz depende de la impartición de la justicia y atender las causas que originan la violencia.
“No será con autoritarismo o el uso de la fuerza. Tenemos que atender las causas. (…) Atendemos como nunca a la gente humilde, a los desposeídos”, subrayó.
Acompañado del gobernador Mauricio Vila Dosal, el mandatario sostuvo que México es el país que busca la fraternidad universal y la paz en el mundo.
Expresamos nuestra admiración y reconocimiento a los invitados, quienes han hecho posible la pacificación de los pueblos.
“Mantenemos en nuestra Constitución el principio de la solución pacífica ante conflictos y controversias. Es un legado de nuestros héroes, en particular del presidente más grande que ha tenido México: Benito Juárez García. Indígena zapoteco, resumió el ideal en una frase célebre: ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz’”, puntualizó.
Destacó que desde el país vive un momento de cambio sin violencia, es decir, la Cuarta Transformación de la vida pública.
“No por eso es más de lo mismo, un simple cambio de gobierno, sino de régimen porque ya empezamos a arrancar de raíz la corrupción, el principal problema de México”, remarcó.
Reiteró que terminar con ese flagelo generará recursos para el desarrollo y atender las necesidades fundamentales.
El fortalecimiento de valores culturales, morales y espirituales, dijo, también forman parte de la política para garantizar la paz y la seguridad.
Asistieron al encuentro la presidenta del secretariado permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, Ekaterina Zagladina; el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos (Premio Nobel de la Paz 2016); el expresidente de Sudáfrica, Frederik De Klerk (Premio Nobel de la Paz 1993); la activista liberiana y encargada de organizar el movimiento de paz que puso fin a la Segunda Guerra Civil en 2003, Leymah Gbowee (Premio Nobel de la Paz 2011); la expresidenta de la República de Polonia, Lech Walesa (Premio Nobel de la Paz 1983), y el activista de derechos humanos, Jody Williams (Premio Nobel de la Paz 1997).
