Jason Harrison apareció en el umbral, con un desarmador entre las manos.
Uno de los dos oficiales que atendieron el llamado pidieron por lo menos cuatro veces a Harruson soltar el arma mientras su madre gritaba “¡Jay, Jay, Jay!”
Después de cinco segundos de la primera orden, el hombre esquizofrénico de 39 años recibió cinco disparos —incluyendo dos en la espalda mientras caía frente a la puerta, a unos pasos de su madre.
El video de una de las cámaras de los oficiales se cortó mientras la madre de Harrison gritaba “¡Oh, mataron a mi hijo!”. Los oficiales siguieron diciéndole a Harrison que tirara el arma.
La familia de Harrison presentó una demanda por la muerte contra los oficiales del Departamento de Policía de Dallas John Rogers y Andrew Hutchins, asegurando que omitieron los métodos no letales y prefirieron emprender “ataques sediciosos e ilegales” a pesar de que estaban conscientes de la discapacidad mental de Harrison, violando sus derechos civiles.
Los policías, sin embargo, dicen que fueron obligados a disparar contra un hombre armado luego de que no obedeció sus órdenes de deshacerse de su arma.
El incidente ocurrió el 14 de junio. La familia presentó la demanda en noviembre, pero el martes un video puso el caso de nuevo en el reflector.
“Mi hijo, bipolar y esquizofrénico”
Todo comenzó cuando la madre de Jason Harrison, Shirley Marshall Harrison, atendió la puerta para ver a los policías.
“Está fuera de control”, dijo en el video. “Pueden escucharlo hablar sobre cómo cortar a la gente”.
Un oficial preguntó de quién estaba hablando y ella contestó: “Mi hijo, bipolar y esquizofrénico”, cuando Jason Harrison apareció en el umbral de la puerta detrás de ella.
Shirley Marshall Harrison había solicitado ayuda para llevar a su hijo al hospital, algo bastante común, según la demanda.
“La policía había ido a la casa de los Harrison cientos de veces o más sin incidentes, ya que se sabía tanto en casa como en la comunidad que Jason no era agresivo”, dijo el documento.
A pesar de que Rogers y Hutchins tenían pistolas Taser y macanas, rápidamente sacaron lar armas de fuego a pesar de que Jason Harrison “no había amenazado a ninguno de los oficiales”, de acuerdo con la demanda.
Se desconoce la veracidad de ese alegato debido a que el video deja de enfocar a Harrison cuatro segundos antes de que se abra fuego. De acuerdo con la autopsia, Jason recibió dos disparos en el pecho, uno en el antebrazo y el pecho y dos más en la espalda.
El reporte policial indicó que Rogers y Hutchins respondieron a una “perturbación mayor” que involucraba a un discapacitado mental. Jason Harrison no sólo era una amenaza, sino que “arremetió contra uno de los oficiales”.
“Se rehusó a obedecer”
Rogers y Hutchins, quienes tenían seis años de experiencia al momento del tiroteo, de acuerdo con el incidente, dieron testimonios similares en junio.
La pareja fue llamada porque un hombre esquizofrénico y bipolar no había sido medicado, escribió Rogers. Su madre dijo que necesitaba llevarlo al Hospital Memorial Parkland, escribió.
Rogers llegó con una cámara que no estaba funcionando, de acuerdo con su declaración.
«Le dije al sospechoso que bajara el arma para que habláramos, pero se rehusó a obedecer», indicó.
Trató de escapar, pero el auto bloqueaba su camino, escribió.
“Fue en ese momento en el que me di cuenta que podía morir si no lo detenía, así que saqué el arma y disparé dos veces en defensa propia”, escribió Rogers.
Hutchins, quien portaba una cámara corporal, dijo en la declaración que Shirley Marshall Harrison dijo que estaba “fuera de control” para referirse a que estaba “actuando hostil”.
Ambas historias concuerdan con el video, pero Hutchins no menciona que Harrison haya “amenazado” con un desarmador a los policías.
“Un buen tipo”
Los vecinos dijeron a WFAA que sabían que Jason Harrison tenía una enfermedad mental, pero que nunca se sintieron amenazados.
Deonte Davis, quien vive a unas casas de la familia Harrison, describió a Jason como “un buen tipo” que “no lo tenía todo”, pero mencionó que entendía por qué su actitud preocupó a los oficiales.
“No saben qué es capaz de hacer”, dijo Davis al medio.
En defensa propia
El departamento de policía de Dallas y sus abogados dijeron que fue un acto de fedensa propia.
Chris Livingston, asistente del abogado general, dijo a CNN el miércoles que Rogers y Hutchins están especialmente entrenados y certificados para lidiar con personas con problemas mentales, pero que Harrison los dejó sin opciones.
“Es un enfrentamiento mortal. Respondes a fuerza letal con fuerza letal, un Taser no lo es”.
(Fuente CNN México)