Hoy dia no, me duele muchísimo la cabeza”. “Mi amor, estoy demasiado cansada para hacerlo, perdóname”. Es probable que más de alguna vez hayamos dicho estas frases, y es normal.
No querer tener sexo a veces, no significa que tengamos un problema o que nuestra líbido esté por el suelo, sólo quiere decir que quizás no es el momento adecuado. Hay días en que quedamos exhaustas y lo único que queremos es meternos a la cama, pero sólo a dormir.
Sin embargo, cuando esta sensación de poco apetito sexual se repite más de lo usual, puede que sea hora de tomar medidas. Si ese poco apetito sexual además está acompañado de una incapacidad parallegar al orgasmo y al dolor en las relaciones sexuales, con mayor razón deberíamos preocuparnos.
La anafrodisia, más conocida como la anorexia sexual, es un problema asociado a la inhibición del deseo sexual y a todo lo que el sexo involucra. Una persona que sufre de este trastorno, lo más probable es que de mil excusas para evitar llegar a la intimidad.
Algunas de las causas sicológicas de este problema pueden ser una muy baja autoestima, inseguridad, miedo al rechazo de la pareja, una mala o inexistente educación sexual y una sensación y percepción culposa de la sexualidad.
Un artículo publicado en 2014 en el sitio Entre Mujeres de Clarín, habla sobre lo frecuente que es la anafrodisia, mucho más de lo que incluso se podría pensar.
Existen muchos factores que pueden producir disfunciones sexuales como la anorexia sexual; la rutina, el estrés, la falta de imaginación en las relaciones sexuales y las relaciones tortuosas y poco sanas.
Lo mejor que se puede hacer para resolver este problema, es buscar ayudar profesional. Es un problema real que afecta a muchos hombres y mujeres, y lo más sano y positivo es darle la importancia que merece.
Fuente: El ciudadano noticias