“Están encendidos los focos rojos en Tierra Maya, Villas del Caribe a la altura de Nichupté, Sayil en el cruce con avenidas Tulum y Labná y la llamada zona de “las culebras, en Talleres que incluye las regiones 229 y 230”, advirtió el capitán de bomberos, Felipe Arias Rodríguez, ante la inminente llegada de la temporada de lluvias.
En la ciudad, que no cuenta con drenaje pluvial, hay unos cuatro mil 300 pozos de absorción, que son desazolvados en estas fechas, aunque en ocasiones es insuficiente, por la gran cantidad de basura que tira la gente y que los bloquea.
«Trabajamos en coordinación con la dirección de pozos, con buenos resultados. En la pasada lluvia de hace un par de meses, cayeron un promedio de 60 a 80 milímetros de agua, lo que es igual a una depresión tropical y los encharcamientos fueron menores», indicó.
Sin embargo, recordó que el agua ha llegado a casi dos metros en la calle Sayil o de un metro en Xel-Há, a un lado del Mercado 28, por lo que de acuerdo a su protocolo, al menos la mitad de su personal; es decir, 45 “tragahumo” son destinados a prestar auxilio en las zonas antes citadas. «Hay días en que los servicios son más de 70», añadió.
Arias Rodríguez también expresó que los problemas son mayores cuando hay viento, ya que provoca el derribo de árboles mal plantados. «La persona nunca pregunta qué tipo de árbol debe plantar y aquí la superficie tiene poca tierra y mucha roca, por lo que hay un número importante mal plantados y que se caen con el viento», acotó.
Indicó que siempre están atentos a la previsión meteorológica y cuando se anuncian lluvias, están listas las camionetas para salir en los primeros 10 minutos de la caída de agua. Además, lamentó que con el concreto hidráulico que está en las vialidades aledañas del Mercado 28, Yaxchilán y la glorieta de la Palenque, el polvo que está encima de la calle se convierte en lodo, lo que representa una “pista de patinaje” para los vehículos.
( Fuente SIPSE)