CANCÚN.- En el mes de marzo podrían iniciar los trabajos de remodelación de la Catedral de Cancún que tendrá como principal símbolo arquitectónico la fusión de las culturas maya y católica.
Así lo dio a conocer el obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, quien entrevistado tras la homilía informó que se encuentra al 90 por ciento de avances del proyecto de la remodelación de la Catedral en donde analizan el tipo de decoración dado que su interés es fusionar la arquitectura con la naturaleza, las culturas maya y cristiana, tomando como modelos la iglesia de San Miguel de Cuzamil en Cozumel y el propio Seminario.
Indicó que esperaría que las obras puedan arrancar en el mes de marzo dando de 2 a 2 años y medio el término de los trabajos; una vez culminada dijo, la Catedral será considerada un monumento histórico de los 50 años de la prelatura de Quintana Roo.
“No solamente se trata de que sea un recinto de celebración de la eucaristía, sino que haya un área social, como el banco de medicinas… ayuda a su situación sicológica y espirituales”; asimismo destacó que funciona un centro de retiros espirituales.
Resaltó que la remodelación plantea contar con una Catedral que tenga cercanía, a petición de los propios fieles, “hoy día la iglesia es comunión, comunidad, es estar juntos”.
El obispo abundó que actualmente existen 20 parroquias y cada una tiene sus capillas en todas las colonias, no obstante está en crecimiento dado que cada colonia quiere su capilla.
“La mayoría de los católicos somos pobres, es una iglesia pobre para los pobres, por eso tenemos que facilitarles que ellos puedan hacer y tener su capillita aunque sea humildita cerca de su casa”.
Por otro lado, en el mensaje dominical, monseñor manifestó que Juan el Bautista es quien da testimonio de Jesús, quien dice: “Yo lo ví y doy testimonio de que el es el Hijo de Dios”. Jesús es el único que quita el pecado, y lo puede erradicar definitivamente de nuestra vida. Sus llagas curaron nuestras llagas. Pero también nosotros debemos reconocer, pedir perdón e ir al sacerdote para recibir el perdón de los pecados. No hay nadie más que nos quite nuestros pecados.
FUENTE: Marcrix