Por Darset Rivero, Cancún.- La ola de violencia e inseguridad que se está viviendo aquí en el Municipio de Benito Juárez, sin duda está afectando a los jóvenes deportistas, que por un simple cobro de beca por rendimiento, son víctimas de asaltos, secuestros, atentados que inclusive los lleva a su propia muerte.
El instituto del deporte en coordinación con el ayuntamiento debería estar al pendiente de la seguridad de estos jóvenes, quienes son los que representan al municipio y estado, en competencias que vienen dejando el nombre de Benito Juárez en alto, sin embargo no es así, dichas autoridades solo velan por sus propios intereses.
Tal es el caso de la ejecución del jugador de futbol americano conocido como Jonathan, es uno más de los hechos de violencia más reciente en el ámbito deportivo.
Así como ese caso en agosto del año pasado otra vez el deporte de Cancún se vistió de luto con la ejecución de dos ciclistas, así como el futbolista y los ciclistas, solo salieron rumbo a su entrenamiento, sin imaginar que no llegarían a su destino y que su trayectoria iba hacer otra.
Pero esto no ha sido todo en el ámbito deportivo, también el año pasado para el mes de octubre exactamente para el día 10, fue ejecutado a balazos al boxeador Manolo Ciprian, cuando salía de entrenar de un gimnasio.
Ante estos hechos las autoridades no dan señales ni hablan al respecto, para el director del instituto es como si no hubiera pasado nada, para la presidenta justificando que ya hay más seguridad y los elementos judiciales, afirmando que darán con los responsables.
Está sucediendo exactamente lo mismo que con el Joven deportista de la conade de México, que lo mataron para despojarlo de su cobro de beca.
Tan mal están las autoridades en solo pensar en su bienestar antes que en el de los deportistas, que son quienes dan la cara por el municipio, de que le sirve a la presidenta Mara Lezama decir que apoya más al deporte, si se está olvidando de darles un Cancún seguro, donde puedan entrenar libremente sin el miedo hacer, secuestrados, ejecutados o asaltados, los deportistas necesitan más seguridad.