Luego de un largo proceso judicial por fraudes y malversación en agravio de miles de familias de la colonia Colosio de Playa del Carmen, trascendió este jueves que el Gobierno de Quintana Roo habría logrado recuperar varias propiedades en poder de la empresa Desarrolladora de la Riviera Maya (Derimaya), con lo que los afectados estarían en condiciones de legitimar por fin sus terrenos con los títulos de propiedad oficiales.
Se pudo saber que la acción había sido posible gracias a un acuerdo en el que la dueña, Ofelia González Whitt, transfirió el 49% de sus acciones al Estado, lo cual permitió la recuperación de diversos títulos de propiedad en la colonia Colosio de Playa del Carmen, marcando el inicio histórico de la regularización de títulos para más de 5 mil familias, después de 25 años de retraso y conflictos legales.

Desde 1999, las autoridades federales habían fracasado en todos los intentos por regularizar dichos predios, por lo que este reciente acuerdo del Gobierno estatal, bajo la dirección de la gobernadora Mara Lezama, constituye un acto de estricta justicia social.
Hace apenas unos días, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, a través de la Fiscalía Especializada en Combate a Delitos Patrimoniales, consiguió que un juez de Control vinculara a proceso a dos socias de Derimaya, las cuales estaban involucradas en un fraude superior a los 250 millones de pesos que afectó a cientos de familias playenses.

Rebeca “N” y Cecilia “N” fueron capturadas en el aeropuerto de Tijuana cuando pretendían tomar un vuelo a los Estados Unidos para evadir a las justicias quintanarroense y mexicana, que las reclamaban desde el 2017 cuando fueron denunciadas penalmente por administración fraudulenta en Derimaya.
La FGE de Quintana Roo había emitido contra ambas una ficha roja con las alertas migratorias correspondientes a la Interpol México, con lo que se evitó que pudieran abordar el avión con destino al país vecino. Fueron arrestadas y trasladadas al reclusorio de Chetumal, donde un juez de Control las vinculó a proceso.
Fuente: JORGE CASTRO NORIEGA