Hacer frente a una inundación es difícil y abrumador para cualquier persona, pero especialmente para los niños y niñas y sus familias. Si vives en una zona con riesgo de inundación, estos consejos de expertos te ayudarán a garantizar tu seguridad y la de tu familia.
Habla sobre las inundaciones con tu familia
Aborda en familia el tema de las inundaciones y los motivos por los que se producen.
Practica tu plan de seguridad
Encuentra una vía de evacuación segura que se pueda utilizar en caso de inundación y practica la evacuación con tu familia. Determina con tu familia un punto de encuentro por si en algún momento se separan. Prepara un “kit de emergencia” con alimentos no perecederos, medicamentos, un botiquín de primeros auxilios, una linterna, pilas y agua para varios días, ya que quizás tengas que abandonar tu zona o los servicios se interrumpan. Habla con la escuela de tus hijos para saber cuál es su plan en caso de inundación.
Conoce los riesgos
Infórmate sobre el tipo de inundación que se puede producir en tu comunidad y sobre los números de emergencia locales a los que podrías llamar para pedir ayuda en caso de inundación. Sigue las previsiones meteorológicas para enterarte de cualquier posible inundación y averigua cómo funciona el sistema de alerta local (por ejemplo, quién transmite la alerta, cómo se difunden los avisos y con cuánta antelación). También es importante conocer el nivel de riesgo de tu hogar.
Enseña a nadar a tus hijos
Los ahogamientos causan la mayoría de los fallecimientos que se producen durante las inundaciones.
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Guarda los documentos en un lugar seguro
Coloca los papeles importantes, como los documentos de identidad, en un lugar alto o dentro de algo que los proteja de la acción del agua (por ejemplo, una bolsa de plástico con cierre) para reducir el riesgo de que sufran daños.
Qué hacer durante una inundación
Escucha a las autoridades locales
Sintoniza la cadena de noticias o la emisora de radio local para conocer la evolución del tiempo y los consejos oficiales. Si las autoridades recomiendan una evacuación, sal de inmediato con el kit de emergencia y tus documentos de identidad. No intentes cruzar las barricadas que hayan podido establecer los equipos de respuesta inicial, se instalan para que las personas puedan desplazarse de forma segura por zonas peligrosas.
Protege tu hogar
Antes de evacuar, si tienes tiempo suficiente y puedes hacerlo sin correr riesgos, desenchufa los electrodomésticos y cierra todos los suministros, como la electricidad, el gas y el agua.
Sitúate en un lugar elevado
Para evitar tanto la subida del nivel del agua como el agua estancada o en movimiento, acude a un lugar más alto. Durante una inundación el agua puede fluir muy rápido, nunca intentes caminar, nadar o conducir para cruzarla. Si te encuentras dentro de tu vehículo y este empieza a llenarse de agua, súbete al techo. Si no puedes salir de un edificio, vete al nivel más alto y sube al tejado solamente si es necesario. No es conveniente refugiarse en un espacio cerrado en la parte más alta de la casa, como un desván o un ático, ya que el aumento del nivel del agua podría impedirte salir.
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No dejes que tus hijos entren en agua en movimiento o estancada durante una inundación
Incluso una pequeña cantidad de agua en un sótano puede suponer un riesgo para la salud de los niños y niñas. Advierte a los jóvenes que saben conducir que nunca deben hacerlo durante una inundación.
Informa a tus seres queridos
En cuanto llegues a un lugar seguro y los canales de comunicación estén disponibles, informa a los demás miembros de tu familia o a tus allegados.
Qué hacer después de una inundación
Mantente al tanto de las novedades
Sigue la información actualizada que difundan las autoridades locales y regresa a tu hogar solamente cuando se considere seguro.
Protege la salud de tu familia
El agua contaminada debido a las inundaciones presenta numerosos riesgos para tu salud y la de tu familia. Dos de ellos son el cólera o la fiebre tifoidea, enfermedades transmitidas por el agua. En la medida de lo posible, no dejes que tus hijos se acerquen al agua de la crecida, ya que es muy probable que esté sucia y contaminada por la presencia de gérmenes. Si tus hijos han estado expuestos al agua de la inundación, báñalos en cuanto puedas y trata de que se laven las manos con frecuencia. Si tú o algún miembro de tu familia no se encuentran bien, consulta a un médico tan pronto como sea posible.
Protege los alimentos y el agua
Cubre la comida y el agua para protegerlos de la contaminación y, antes de usarla, hierve el agua procedente de fuentes de agua sin tratar durante al menos tres minutos. Utiliza agua hervida para cocinar y para lavar tanto los alimentos como las cacerolas, las sartenes y las cucharas, o cualquier otro utensilio que uses para la comida. Nunca bebas agua contaminada ni comas alimentos que se hayan mojado.
Limpia con cuidado
Si bombeas agua fuera de tu casa, hazlo con mucho cuidado. Trabaja despacio y presta atención a los posibles peligros, como los escombros y los cables eléctricos. Si puedes, seca todo lo posible en un plazo de entre 24 y 48 horas, mantén bien ventiladas las zonas que estén húmedas y tira todo lo que no se pueda secar o arreglar.
Limita al máximo la participación de tus hijos en la limpieza. Para que los niños, niñas y jóvenes puedan regresar a casa sin correr ningún peligro, limpia y desinfecta los juguetes, la ropa y las habitaciones. Las pertenencias muy contaminadas por el agua de la inundación deberían tirarse.
Consolar a tus hijos tras una inundación
Empieza una conversación abierta
- Trata de ofrecer a tus hijos oportunidades para conversar sobre cómo se sintieron durante la inundación, y anímalos a hablar de cualquier preocupación, miedo o angustia que puedan sentir.
- Muéstrales que los escuchas con atención y que te preocupa mucho cómo se sienten.
Transmite tranquilidad
- Explícales que las inundaciones y sus consecuencias son hechos puntuales y naturales, de los que nadie es responsable.
- Ofrece afecto y seguridad a tus hijos pasando tiempo con ellos y abrazándolos aún más que de costumbre.
Detecta las señales de sufrimiento emocional
Muchas veces, los niños y niñas pueden parecer estar bien durante aproximadamente un mes después de un desastre. Sin embargo, esa aparente insensibilidad puede desaparecer y los niños pueden comenzar a mostrar síntomas de un trauma. Es normal que tu hijo se sienta angustiado, pero si la angustia no desaparece al cabo de unos meses o si tu hijo muestra síntomas más graves, como ataques de pánico o el deseo de hacerse daño a sí mismo o a los demás, habla inmediatamente con tu médico de cabecera o con un profesional de la salud mental.
Practica ejercicios de relajación con tus hijos
La respiración abdominal profunda es una técnica muy útil que puedes utilizar con tus hijos mayores. Con los más pequeños, puede convertirse en un juego: cada hora, pídeles que ralenticen la respiración para ver si son capaces de calmar su mente y su cuerpo.
Trata de mantener algún tipo de rutina
Aunque pueda resultar increíblemente difícil, acostarse o comer a la misma hora ayudará a tus hijos a sentirse algo más cerca de su vida antes de la inundación.
Fuente: https://www.unicef.org/parenting/es/emergencias/como-protegerse-en-caso-de-inundacion