Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados del 13 de noviembre en París que dejaron 130 muertos, que era buscado desde hace cuatro meses, fue detenido ayer en una operación policial en Bruselas.
El sospechoso, que era conocido como “el enemigo público número uno en Francia”, fue herido en una pierna y está hospitalizado, informó la fiscalía belga.
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“Detuvimos a Salah Abdeslam”, dijo el primer ministro belga, Charles Michel, en una declaración a la prensa, junto al presidente francés, François Hollande.
“Ésta es una victoria importante en la batalla por la democracia y contra esta abominable forma de extremismo”, añadió Michel.
“Mientras no hayamos detenido a todos los que cometieron estos terribles ataques nuestro combate no habrá terminado”, añadió Hollande.
El portavoz de la fiscalía belga, Eric Van der Sypt, precisó que en total habían detenido a cinco personas en tres operativos: Salah Abdeslam y un cómplice, así como tres miembros de la familia que los albergaba.
Los dos primeros se encuentran detenidos con cargos, mientras que la familia están a la espera de que un juez decida si son puestos bajo mandato de arresto.
La policía belga realizó una nueva redada en Bruselas, poco después de la detención de Salah Abdeslam.
En el barrio de Molenbeek, considerado feudo islamista, se escucharon fuertes explosiones, aunque se desconoce si fueron provocadas por las unidades especiales de la Policía o por terroristas, informó la agencia de noticias belga.
Por el momento no hubo confirmación oficial.
Durante la operación contra una vivienda en Molenbeek, dos personas resultaron heridas, dijo la alcaldesa de Molenbeek, François Schepmans, sin confirmar las identidades. Y precisó que la policía buscaba a una persona oculta en una casa.
Hollande señaló, por su parte, que esperaba que Bélgica extradite al sospechoso a Francia “lo antes posible”.
“Salah tiene una orden de captura europea, no dudo que pronto habrá un pedido de extradición (…) y no dudo que las autoridades belgas lo aceptarán lo antes posible”, dijo Hollande.
Abdeslam y su cómplice fueron objeto de un control en Alemania el 3 de octubre en 2015 en el que se tomaron sus huellas dactilares, las mismas que se encontraron en la vivienda que usaba el grupo terrorista que fue objeto de un registro el pasado martes en el distrito bruselense de Forest.
En esa casa se encontraron también un pasaporte sirio falso y una tarjeta de identidad belga a nombre del cómplice de Salah, pero no se encontraron explosivos.
El presidente estadunidense, Barack Obama, felicitó al presidente francés y al primer ministro belga por el arresto.
“Felicitaciones de @POTUS (presidente de Estados Unidos). Bélgica y Francia se mantienen unidos en la lucha contra el terrorismo”, tuiteó el primer ministro belga.
La presidencia francesa indicó que Obama llamó a Hollande “para felicitarlo por la operación y la intervención”.
Salah sería el último sobreviviente de este comando de 10 yihadistas que atacaron en París.
“Vamos a poder tener un verdadero proceso, con alguien que no está en duda si participó en los atentados”, celebró Georges Salines, presidente de una de las asociaciones de víctimas de los atentados.
El yihadista “inteligente”
Salah Abdeslam, de 26 años, llevaba una vida de parranda, marcada por pequeños robos, antes de volverse yihadista.
Abdeslam creció en una familia “normal” y sin que los padres les inculcaran especialmente una vida religiosa, tal y como relató su hermano mayor, Mohamed, a la cadena francesa RTL.
Mohamed, quien también fue detenido en un primer momento por la policía belga y después puesto en libertad, describió a Salah como una persona “muy inteligente” que, a su juicio, abandonó los planes en París del comando yihadista y decidió emprender la huida antes que inmolarse.
Pero su otro hermano, Ibrahim, quien compartía con Salah su tendencia yihadista, murió al estallar los explosivos que llevaba adosados al cuerpo durante los atentados en la ciudad de París en 2015.
Salah junto con sus hermanos regenteaba el bar “Les Beguines”, en Molenbeek, que fue cerrado el 4 de noviembre de 2015 por tráfico de estupefacientes.
El sospechoso también llegó a trabajar para la empresa de transportes públicos de Bruselas, era conocido por el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam) de Bélgica y figuraba en una lista de mil 200 personas vinculadas con Siria, siendo considerado “en vía de radicalización”.
(FUENTE: EXCÉLSIOR)