El Ministerio de Defensa aseguró este viernes que Estados Unidos debería pagar por los costes de la operación de un sofisticado sistema antimisiles recientemente desplegado en Corea del Sur.
En una declaración, el ministerio dijo que no hay cambios en la «postura básica» de que el gobierno surcoreano proporcione el sitio para el emplazamiento del THAAD (Terminal de Defensa para Zonas de Alta Altitud) ante la oposición tajante de China. Además de las instalaciones pertinentes conforme al Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas entre los dos países, mientras que Estados Unidos se hace cargo de los costes de su instalación y operación.
La declaración fue en respuesta a los comentarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que desea que Seúl pague los costos del sistema del THAAD, estimados en cerca de mil millones de dólares.
Informé a Corea del Sur que sería apropiado que pagaran. Es un sistema de mil millones de dólares», declaró Trump.
Además, el mandatario también sostuvo que quiere revisar o anular el «terrible» acuerdo comercial con Seúl, en referencia al tratado de libre comercio firmado entre ambos países en 2012.
Diseñado para derribar misiles a gran altura, una batería del THAAD incluye seis lanzaderas autopropulsadas (cada una con unos 50 misiles interceptores) y una unidad de control de lanzamiento y comunicaciones conectada a un potente sistema de radar de largo alcance de banda X.
Ese sistema de defensa oficialmente está dirigido contra Corea del Norte, en respuesta al desarrollo de su arsenal nuclear y de misiles, y fue desplegado de manera adelantada tras la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, a territorio surcoreano.
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Esta misma semana han llegado al campo de golf en el que se está levantando el sistema, en el condado de Seongju, en el sureste del país, seis camiones trasladando equipamiento para la batería de defensa, entre el que se encuentra el radar.
En un principio, Seúl y Washington apuntaban a la base de Seongsan, ubicada a unos 296 kilómetros al sureste de Seúl, como lugar de instalación del THAAD.
No obstante, comenzaron a revisar otras posibles localizaciones después de que los residentes exigieran que se cambiara el lugar debido a los problemas de salud que se cree que podrían ser provocados por las potentes ondas de radar que emanan de la batería del sistema.
Washington y Seúl iniciaron a principios de marzo el despliegue del sistema como respuesta a las «continuadas acciones provocativas de Corea del Norte».
Según el Ejército surcoreano, el despliegue podría completarse en uno o dos meses.
Las reticencias de China, que teme que los potentes radares del sistema THAAD sean utilizados con fines de espionaje y que su capacidad de intercepción reduzca su poder de disuasión, han sido constantes desde que Seúl y Washington anunciaron su intención de desplegar este sistema.
[smartads]
Beijing ha criticado que el THAAD –un sistema de derribo de misiles balísticos de corto, intermedio y medio alcance a través del impacto directo– tiene un rango que podría ir más allá de la península coreana y que podría alcanzar suelo chino.
Por su parte, las autoridades estadunidenses creen que China, como vecino y principal aliado de Corea del Norte, es el mejor situado para influir en Corea del Norte, aunque algunos analistas consideran que esta capacidad ha disminuido.
FUENTE: EXCELSIOR