Donald Trump dice que puede «hacer un acuerdo» sobre la deuda de Estados Unidos.
La semana pasada, el virtual candidato republicano insinuó que negociará con los acreedores de Estados Unidos para conseguir que acepten una menor tasa de paga, como una de 85 centavos por cada dólar.
Ha habido mucha atención en los últimos años sobre el ascenso de China como uno de los mayores tenedores de deuda de EE.UU. La parte de la deuda de China es considerable —alrededor del 7%— pero es apenas el mayor tenedor de bonos del gobierno de Estados Unidos.
Quienes encabezan la lista de acreedores, por mucho, son los ciudadanos de Estados Unidos y las entidades estadounidenses, como los gobiernos estatales y locales, los fondos de pensiones, los fondos de inversión y la Reserva Federal. Juntos poseen la gran mayoría —67,5%— de la deuda.
Las naciones extranjeras sólo tienen el 32,5% del total.
La propuesta de Trump sorprendió al mundo financiero. El gobierno de EE.UU. es la red de seguridad del mundo. Los prestamistas esperan que el Tesoro de EE.UU. siempre cumpla sus pagos.
«El sistema financiero global se basa en la idea de que los bonos del Tesoro de Estados Unidos son activos absolutamente seguros», dijo el economista Doug Holtz-Eakin, a , Jake Tapper de CNN el lunes. «Si él pusiera una grieta en esa base, el sistema financiero global se volvería un cráter y habría una recesión económica mundial».
La renegociación de los términos de la deuda es una práctica común entre las empresas en problemas financieros. Los acreedores están dispuestos a aceptar pagos más bajos, porque eso es preferible a no conseguir nada. Sin embargo, el gobierno de EE.UU. no es una empresa a nivel de lo que se conoce como «bono basura».
Trump retomó la idea de su acuerdo sobre la deuda al aparecer en el programa «New Day» de CNN lunes por la mañana en medio de la creciente indignación por sus declaraciones.
Lo que es importante recordar es que cualquier negociación de la deuda es realmente un acuerdo o negocio con los ciudadanos de Estados Unidos.
Durante años, abuelas y abuelos dieron a sus hijos y nietos bonos de Estados Unidos para alentarlos a ahorrar y hacer crecer su dinero. Los jubilados compran bonos porque son más seguros que las acciones y porque proporcionan ingresos mensuales más estables. Los inversores de todas las edades tienen bonos de Estados Unidos para hacer que sus portafolios de jubilación y de inversión sean menos arriesgadas.
«Una gran cantidad de personas que son dueños de la deuda se encuentran en EE.UU. ¿Por qué iba a querer que me paguen menos que cuando compré la deuda?», dice Maya MacGuineas, experta de deuda pública y presupuestos. MacGuineas es presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable.
De los 12,9 billones de dólares de deuda propiedad de los estadounidenses, 5,3 billones los tienen los fondos fiduciarios del gobierno, tales como la Seguridad Social; 5,1 billones los tienen individuos, fondos de pensiones y los gobiernos estatales y locales; y los restantes 2,5 billones los tienen la Reserva Federal.
Fuera de EE.UU., China es el mayor tenedor extranjero de la deuda, con 1,25 billones de dólares. Es seguido de cerca por Japón, que posee 1,13 billones de dólares.