El arrecife Scarborough Shoal, es una zona en conflicto en el que constantemente hay encuentros entre pescadores y la Guardia costera china.
El arrecife llamado Scarborough Shoal, es una zona en conflicto que varios países se disputan y provocan diversos enfrentamientos con los hombres de mar, como el caso de un pescador filipino que se plantó firme a los rifles de la Guardia Costera china e incluso le entró a pedradas en que resultó dañado su embarcación, el mes pasado. Esta es la historia que publica The Associated Press.
«Me dicen, ‘¡Fuera de Scarborough!»’, relata Renato Etac, aludiendo a un arrecife llamado Scarborough Shoal que se disputan China y las Filipinas. Les responde a los gritos: «¿Tienen un documento que diga que Scarborough es propiedad de China?».
En cierta medida, las disputas territoriales en el Mar del Sur de China son pujas entre barcos y aviones de guerra de Estados Unidos y China. A otro nivel, son un juego del gato y el ratón entre las guardias costeras de varios países, con pescadores extranjeros y de los pescadores entre sí.
Indonesia confiscó un pesquero chino el mes pasado y detuvo a ocho pescadores, pero una embarcación de la guardia costera china embistió el pesquero y le permitió escapar.
La guardia costera vietnamita ahuyentó a más de 100 embarcaciones chinas durante un período de dos semanas, según informó la prensa estatal esta semana, e incluso detuvo un barco chino con 100 mil litros (26 mil 400 galones) de combustible diésel que supuestamente iba a ser vendido a los pesqueros de la zona.
El Mar del Sur de China, sobre el que varios países tienen reclamos territoriales que se superponen, tiene importancia estratégica y es una ruta clave del comercio internacional. También podría haber allí grandes reservas de petróleo y de gas natural.
A medida que aumentan las tensiones, sin embargo, quienes subsisten trabajando allí son quienes más sienten las tensiones. A continuación algunas de las historias de los pescadores de la zona:
Filipinas: el guardian de Scarborough Shoal
Renato Etac ha tenido decenas de encuentros con barcos chinos.
Más de una vez guardias chinos se acercaron a su embarcación en una pequeña lancha y le apuntaron sus rifles, pero el pescador dice que sabe que no dispararían porque ello podría generar una guerra.
En otras ocasiones los barcos chinos aceleran como si fuesen a embestirlo, pero el pescador de 37 años aprovecha sus conocimientos de la zona, donde pesca desde que era adolescente, para esquivarlo.
Etac dice que solo quiere defender su derecho a seguir ganándose la vida a partir de la pesca en un sector que estaba abierto a todo el mundo. Pero China asumió el control de Scarborough Shoal en el 2012. El arrecife se encuentra a 230 kilómetros (145 millas) al oeste de las Filipinas y a mil kilómetros (620 millas) de la costa china.
«Es todo una farsa», afirma. «Gritos, insultos en distintos dialectos. Hay de todo. Me causan gracia, porque no entienden lo que les digo».
Etac sigue pescando en la zona a pesar de que sus ingresos disminuyeron a la mitad por las tensiones y por la competencia.
«Es una especia de guardián de Scarborough», afirmó Greggy Etac, pariente de Etac y también pescador. «Yo iba con él, pero ya no porque me da miedo».
Jim Gómez desde Cato, Filipinas.
China: la guardia costera al rescate
Los pescadores chinos que zarpan del puerto de Tanmen en la isla de Hainan dicen que ahora hay una presencia mucho más grande de la guardia costera china que los hace sentir más protegidos.
Se han visto obligados a internarse más en el mar porque ya no quedan peces en la zona costera, según Li Xianchuan, de 64 años y quien pesca desde hace 40 años en Scarborough, en las islas Spratly y en las Parcel, que reclama Vietnam.
Cuanta que los barcos de la guardia costera china les alertaban en el pasado acerca de la presencia de patrulleros filipinos en las inmediaciones de Scarborough Shoal.
«Era muy peligroso, te daba miedo», relata mientras su embarcación de 90 toneladas se prepara para zarpar. «Teníamos que internarnos en los arrecifes para escaparle a las naves filipinas, mucho más grandes y que no podían entrar allí. Era un juego del gato y el ratón y los evitábamos hasta que se cansaban y se iban».
Las condiciones para los pescadores chinos mejoraron mucho con la incorporación de nuevos barcos de la guardia costera china más grandes y con una presencia china más activa, dice Li.
Pescar en el Mar del Sur de China, no obstante, sigue siendo peligroso, asegura Li. Los pescadores deben lidiar con pesqueros de Vietnam, las Filipinas y Malasia que tratan de robarles sus pescados y su equipo. Li cuenta que en una ocasión le dispararon y sabe de varios pescadores que murieron en enfrentamientos con barcos filipinos.
Zhang Weiqun desde Tanmen, China
Taiwan: el temor a los ladrones del mar
La creciente competencia y la presencia de delincuentes hacen que cada vez cueste más ganarse la vida en el mar, según el pescador taiwanés Hong Huai-jen.
«Ahora no solo pescan en el Mar del Sur de China, sino que han ingresado en nuestra aguas territoriales», dijo Hong en el puerto taiwanés de Donggang, junto al Estrecho de Taiwán.
En noviembre pasado su embarcación fue rodeada por un grupo de pesqueros vietnamitas frente a la costa de Taiwán, aparentemente para robarle. Logró escaparse y llamar a la guardia costera taiwanesa. Para cuando llegó la guardia, los filipinos habían desaparecido.
«Los pescadores taiwaneses no tienen armas», dice Hong. «Si abordan nuestras embarcaciones, no hay nada que hacer».
El pescador vive en Xiaoliuqiu, una isla del Estrecho de Taiwán, y pesca en la zona desde hace 14 años.
«Las cosas han cambiado mucho», relató. «Mi padre fue pescador 40 años. Había muchos peces y menos embarcaciones. Ahora hay menos peces y muchos barcos».
Johnson Lai desde Donggang, Taiwán.
Indonesia: disputas ancestrales
Hay numerosas disputas territoriales en aguas donde abunda la pesca en las islas Nantuna, según Anton Leonard, secretario general de la Asociación de Pescadores de Indonesia.
«Pescadores de Vietnam, Tailandia, Malasia y China le han dicho a los nativos que vienen pescando en las aguas de Natuna desde los tiempos de sus ancestros», cuenta Leonard. «Los pescadores nativos no resisten su presencia porque algunos creen lo que les dicen o porque sus barcos son mucho más grandes y modernos, y a veces tienen armas».
Los pescadores nativos no se han visto afectados por incidentes con patrulleros chinos, probablemente porque los chinos no se aventuran tan lejos, en la zona económica exclusiva de Indonesia, según Leonard. Pero la política indonesia de combatir a los pesqueros extranjeros que ingresan a sus aguas y de evitar el trasbordo de peces afecta sus ingresos porque les resta oportunidades económicas.
Niniek Karmini en Yakarta, Indonesia
Vietnam: el temor a China
Cinco generaciones de la familia de Tran Lan han estado pescando en el Mar del Sur de China. Él mismo empezó a los 17 años con su padre. Les fue bien en ese negocio y se compraron dos barcos arrastreros de 90.000 dólares cada uno. Sus cuatro hijos, de 19 a 30 años, le ayudan.
La vieja rutina cambió a comienzos de los años 2000, cuando su barco fue amenazado y casi atropellado por naves chinas cuatro veces cerca de las islas Parcel en el Mar del Sur de China. Decidieron entonces pescar en el Golfo de Tonkin, donde hay menos pesca, y siguen temiendo ser atacados por los chinos.
«Tenemos aparatos que nos permiten identificar los barcos chinos y eludirlos», dice Lan. «No quiero acercarme a los botes chinos. Son más grandes y rápidos».
Vietnam, China y Taiwán se disputan las islas Parcel, que controla China desde 1974.
Fuente: Sipse