Residentes de Suiza se esforzaban el jueves por asimilar la magnitud de la devastación causada por un enorme fragmento de un glaciar que ha sepultado la mayor parte de su pintoresco pueblo, un suceso que los científicos sospechan es un dramático ejemplo del impacto del cambio climático en los Alpes.
Un alud de hielo, barro y rocas se precipitó montaña abajo el miércoles y sepultó alrededor del 90% del pueblo de Blatten. Sus 300 habitantes ya habían sido evacuados a principios de mayo después de que parte de la montaña situada detrás del glaciar Birch empezara a desmoronarse.
Sin embargo, los equipos de rescate con perros de búsqueda seguían rastreando la zona el jueves en busca de un hombre de 64 años desaparecido, después de que un rastreo inicial con drones térmicos no encontrara ningún rastro.
Mientras el ejército suizo vigilaba de cerca la situación, algunos expertos advertían de los riesgos de inundación, ya que vastos montículos de casi dos kilómetros de diámetro están obstruyendo el cauce del río Lonza, lo que podría provocar la crecida de un enorme lago tras el alud.
Cerca del pueblo vecino de Wiler, la carretera recorría el valle antes de terminar abruptamente en la masa de barro y piedras que ahora cubría el pueblo. Solo unos pocos tejados asomaban entre el mar de lodo.
Una fina nube de polvo flotaba en el aire sobre el monte Kleines Nesthorn, donde se produjo el desprendimiento, y un helicóptero sobrevolaba la zona.
Martin Henzen, residente de Blatten, dijo que aún intentaba procesar lo ocurrido y no quiso hablar en nombre de los demás habitantes del pueblo, por lo que se limitó a decir: “La mayoría están tranquilos, pero es evidente que están afectados”.
Habían estado haciendo preparativos para algún tipo de catástrofe natural, pero “no para este escenario”, añadió, refiriéndose a la magnitud de la destrucción.
“Un tapón enorme”
“El agua del río Lonza no puede fluir valle abajo porque hay un enormetapón”, dijo Raphael Mayoraz, geólogo cantonal, a la cadena suiza SRF. “El peor escenario es una posibleinundación”.
Hasta un millón de metros cúbicos de agua se acumulan diariamente como consecuencia de los restos del derrumbe que taponan el río, dijo Christian Huggel, profesor de medio ambiente y clima de la Universidad de Zúrich.
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Matthias Ebener, portavoz de las autoridades locales, dijo que algunos residentes de pueblos vecinos habían sido evacuados por precaución.
El incidente ha reavivado la preocupación por el impacto del aumento de las temperaturas en el permafrost alpino, que durante mucho tiempo ha congelado la grava y los cantos rodados, y ha generado nuevos peligros en las montañas.
El glaciar Birch lleva años deslizándose ladera abajo, presionado por el desplazamiento de tierra y rocas cerca de la cumbre.
Matthias Huss, responsable del Observatorio de Glaciares de Suiza (GLAMOS, por su acrónimo en inglés), señaló la probable influencia del cambio climático en el aflojamiento de la masa rocosa de la zona de permafrost, que desencadenó el desplome de esta semana.
“Ocurren cosas inesperadas en lugares que no hemos visto en cientos de años, muy probablemente debido al cambio climático”, dijo a Reuters.
Fuente: Reuters