Las autoridades de Líbano han informado este viernes de que el balance de fallecidos por la ofensiva israelí iniciada hace ya más de un año contra el partido-milicia chií Hezbolá asciende a 2.229 personas, mientras que otras 10.380 más han resultado heridas.

Así lo ha confirmado el coordinador del Comité de Emergencia del Gobierno libanés, Nasser Yassin, según recoge la agencia estatal NNA. En concreto, en las últimas 24 horas, los ataques israelíes han provocado 60 muertos y cerca de 170 heridos.

El Ejército israelí lanzó en la víspera un ataque contra la capital libanesa, Beirut, que dejó más de una veintena de fallecidos y decenas de heridos. Se estima que este es el ataque más mortífero de Israel en Beirut desde el estallido de las hostilidades.

Las hostilidades entre Israel y Hezbolá se desataron hace ya poco más de un año cuando la milicia islamista lanzó proyectiles contra territorio israelí en solidaridad con la causa palestina y después de que Hamás hubiera atacado a Israel, dejando casi 1.200 muertos y 240 rehenes, lo que motivó la cruenta respuesta israelí, que deja ya más de 42.100 muertos.

El Ejército de Israel recrudeció a mediados de septiembre su ofensiva contra Hezbolá con «bombardeos selectivos» contra posiciones en el sur de Líbano e incluso en barrios de Beirut. Estos ataques han logrado descabezar al grupo islamista con la muerte de su líder, Hasán Nasralá, y algunos de sus posibles sucesores.

La elevada cifra de heridos se debe al estallido coordinado a comienzos de septiembre de miles de dispositivos de comunicación –‘buscas’ y ‘walkie-talkies’– supuestamente vinculados a Hezbolá, que junto a sus socios salió rápidamente al paso para responsabilizar a Israel que, sin embargo, nunca llegó a pronunciarse al respecto.