En el sur de la isla de La Palma, en «La Punta de Malpique«, al oeste del faro de Fuencaliente, se sitúa uno de los puntos de inmersión con mayor atractivo turístico para los buceadores: las cruces de Malpique, un «cementerio» que yace a 20 metros de profundidad en las aguas del Océano Atlántico.
Este peculiar camposanto fue creado en el año 1999 hundiendo 40 impresionantes cruces de piedra que representan a los 40 Mártires de Tazacorte, un grupo de monjes franciscanos de nacionalidad portuguesa y española que fueron arrojados por la borda del barco en un ataque pirata.
Cuenta la historia que el 15 de julio de 1570 el corsario francés Jaques Souri al mando del navío de guerra «Le Prince» interceptó el galeón Santiago, donde viajaban el padre Fray Ignacio de Acevedo y 39 religiosos jesuitas con destino a una misión en Brasil.
Los piratas franceses tomaron el barco y asesinaron cruelmente a los jesuitas lanzando por la borda los cuerpos de los clérigos.
Después de dar muerte a los Mártires de Tazacorte en las costas de Fuencaliente, los corsarios se dirigieron a San Sebastián de la Gomera con un grupo de 28 rehenes. Allí, el Conde de La Gomera, don Diego de Ayala y Rojas, pidió al pirata francés la liberación y entrega de los supervivientes.
En el año 1742 el Papa Benedicto XIV declaró mártires de la fe a los religiosos asesinados y el 11 de mayo de 1854 el Papa Pío IX declaró su beatificación.
En octubre de 2014 estos mártires fueron honrados una vez más con una gran cruz de piedra situada en el Faro de Fuencaliente en la que aparecen los nombres de todas las víctimas.
FUENTE: EXCELSIOR