
TEXAS, EE. UU. Un equipo de científicos de la Texas A&M University ha desarrollado una técnica prometedora para «revitalizar» células humanas envejecidas o dañadas. El método, que no requiere modificación genética ni fármacos complicados, utiliza partículas microscópicas llamadas «nanoflores» para impulsar la regeneración celular.
El avance se basa en las nanoflores, estructuras construidas con disulfuro de molibdeno, que logran que células madre humanas aumenten sustancialmente la producción de mitocondrias —las estructuras internas encargadas de generar energía celular, a menudo llamadas las «baterías» de la célula.
🔋 Células «Donantes» de Energía
Liderados por el bioingeniero Akhilesh K. Gaharwar y el doctorando John Soukar, los investigadores observaron que las células madre tratadas con las nanoflores se convierten en verdaderas «fábricas» energéticas y pueden donar su exceso de mitocondrias a células envejecidas o lesionadas.
En los experimentos de laboratorio, la transferencia de mitocondrias a células debilitadas fue entre dos y cuatro veces mayor que la habitual. Al recibir mitocondrias saludables, las células receptoras recuperaron vitalidad, mejorando su producción de energía interna.
«Hemos entrenado a las células sanas para que compartan sus baterías de respaldo con las más débiles”, explicó el equipo de investigación.
💡 Implicaciones para la Medicina Regenerativa
Esta estrategia es particularmente atractiva porque ofrece una vía no invasiva que podría tener amplias aplicaciones en la medicina regenerativa. El enfoque podría conducir a nuevos tratamientos para afecciones asociadas al daño mitocondrial o al envejecimiento celular, como:
Enfermedades cardíacas y musculares.
Afecciones neurodegenerativas.
Tejidos afectados por tratamientos severos como la quimioterapia.
Aunque el hallazgo representa un paso significativo, los científicos advierten que aún es preliminar. Se requieren más estudios para evaluar la eficacia, seguridad y posibles efectos secundarios antes de considerar aplicaciones clínicas en humanos.












