Dicen que bajo las pirámides de Egipto hay una ciudad oculta más grande que las propias pirámides, y un grupo de científicos asegura haberla encontrado con tecnología de radar. Si esto es real, sería uno de los descubrimientos más impresionantes de la historia, pero algunos expertos ya salieron a decir que es puro humo.
El secreto de las pirámides: una ciudad perdida
Usando tecnología de radar de penetración terrestre, lograron detectar estructuras ocultas que se extienden más de 6.500 metros, o sea, más de 65 cuadras. Si esto se confirma, estaríamos ante uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la historia. Pero, como siempre, hay quienes dicen que esto suena demasiado bueno para ser cierto.
Según los investigadores, el radar mostró ocho estructuras cilíndricas ocultas bajo la pirámide de Kefrén. No son agujeros cualquiera: se extienden 600 metros hacia abajo y parecen conectar con dos enormes bloques de 80 metros de lado. Esos bloques, según la hipótesis del equipo, serían accesos a una red subterránea que lleva a más estructuras aún más profundas
Pero eso no es lo único: también encontraron cinco construcciones de varios niveles, unidas por pasillos y conectadas a cámaras ocultas a más de 1.200 metros de profundidad. Para que te des una idea, estamos hablando de una especie de “microciudad” enterrada hace miles de años.
¿Y qué tiene que ver esto con los antiguos egipcios? Los investigadores creen que estos túneles y cámaras coinciden con las legendarias «Salas de Amenti», un espacio mitológico donde, según los antiguos egipcios, residían los dioses y las almas de los faraones. O sea, esto podría ser el acceso a una parte de la historia de Egipto que nunca antes habíamos visto.
¿Descubrimiento épico o puro humo?
Como era de esperarse, no todos están convencidos de este hallazgo. El arqueólogo y experto en radar Lawrence Conyers fue uno de los primeros en salir a cruzar la teoría. Según él, es imposible detectar algo tan profundo con esta tecnología y lo más probable es que hayan encontrado túneles o cámaras más chicas, pero no una ciudad entera.
A pesar de las dudas, el equipo de investigación quiere empezar excavaciones cuanto antes, pero hay un pequeño detalle: conseguir permisos para excavar en Giza no es exactamente algo sencillo. Egipto es extremadamente estricto con las exploraciones arqueológicas y no cualquiera puede meter una pala en la meseta de Giza.

Entonces, queda la pregunta: ¿estamos ante un hallazgo que podría reescribir la historia o simplemente ante una exageración? Por ahora, todo sigue en el aire, pero si esto se confirma, la historia de Egipto podría dar una vuelta de tuerca inesperada.
FUENTE: EL DÍA