El empresario Donald Trump parece cada vez más confiado en que obtendrá la candidatura presidencial republicana, mientras parecía en vías de lograr hoy su tercera victoria en el caucus de Nevada.
Trump encabezaba holgadamente las encuestas de opinión pública, mientras un movimiento en su contra seguía sin encontrar un punto de unión.
“Trump es el fuerte favorito para ser el nominado presidencial republicano este otoño”, afirmó Chis Cillizza en The Washington Post, mientras el analista político Larry Sabato advertía que “se hace tarde ya” para detener la marcha del empresario.
De hecho, la gran pugna está ahora entre los otros cuatro aspirantes, para definir quién de ellos será el que dispute la candidatura.
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Los cuatro parecían determinados a luchar hasta que uno de ellos emerja como el rival de Trump, que resulta favorecido por esa división.
El senador de Florida, Marco Rubio; el gobernador de Ohio, John Kasich, y el neurocirujano Ben Carson cifran sus esperanzas en una buena actuación en las 30 primarias que se realizarán entre el primero de marzo, el llamado “súper duper martes”, y el “súper martes”, dos semanas después.
El cuarto aspirante, el senador de Texas Ted Cruz, se presenta como la alternativa conservadora respecto a los demás y puede contar con el voto de grupos religiosos.
En conjunto, las primarias de la primera mitad de marzo determinarán más de mil 300 de los dos mil 435 delegados a la Convención Nacional Republicana de julio en Cleveland, Ohio, donde se necesitan mil 236 para ganar la nominación.
Trump llega a los caucus (asambleas) de Nevada con ventajas de entre 19 y hasta 26 puntos en las encuestas. De confirmarse, sería su mayor triunfo en la recién iniciada temporada de elecciones internas para elegir al candidato del partido.
Trump tiene ya 61 de los delegados que necesita, en comparación con los 11 de Cruz, su rival más cercano, y diez de Rubio.
Pero más importante, al menos de acuerdo con algunos analistas, tiene actualmente el brillo del vencedor, y ha logrado imponer su estilo, vulgar y superficial a falta de propuestas sustantivas.
“Trump prospera al determinar la conversación de la campaña”, con lo cual logra evitar que se busquen sus lados débiles, consideró el prestigioso articulista conservador George Will.
Fuente: Excelsior