DONALD TRUMP SIGUE BROMEANDO CON ANEXAR A CANADÁ Y POSTEA PROVOCADORA FOTO
Un giro inesperado en la diplomacia entre Estados Unidos y Canadá se desató esta semana, cuando Donald Trump, el próximo presidente de Estados Unidos, volvió a ser el epicentro de la controversia tras una cena en su club privado de Florida.
Lo que comenzó como una reunión aparentemente informal con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, rápidamente acaparó titulares internacionales.
El origen del drama surgió cuando Fox News filtró un momento incómodo: durante la cena, Trump sugirió, entre risas, que Canadá podría convertirse en “el estado 51 de Estados Unidos” para resolver sus diferencias comerciales.
Incluso ofreció a Trudeau el papel de “gobernador” de este supuesto nuevo estado. Según testigos, el comentario generó risas nerviosas, pero también un incómodo silencio entre los asistentes, incluido el ministro de Seguridad Pública canadiense, Dominic LeBlanc.
La imagen que desató el debate
Un día después de la cena, Trump intensificó la polémica publicando en su cuenta de Truth Social una imagen generada con inteligencia artificial. En ella, se le ve de pie en un acantilado, junto a una bandera canadiense, mirando al horizonte. La publicación, acompañada del texto “Oh, Canadá!”, fue interpretada por muchos como un guiño irónico a su reciente “broma”.
Tensiones comerciales al rojo vivo
Pero detrás de las bromas, hay tensiones reales. Trump anunció que una de sus primeras medidas como presidente será imponer un arancel del 25% a Canadá y México. Según él, esta medida busca frenar el flujo de drogas e inmigrantes ilegales que, asegura, llegan a Estados Unidos desde estos países.
Durante la cena, el tema surgió de nuevo, cuando Trump se quejó de que el déficit comercial con Canadá asciende a 100 mil millones de dólares anuales. Trudeau argumentó que los aranceles podrían causar un daño significativo a la economía canadiense, pero no logró disuadir al líder republicano.
“Era solo una broma”, dice Canadá
De vuelta en Ottawa, LeBlanc intentó bajar el tono al asunto. “El presidente estaba bromeando”, declaró a los medios, calificando la velada como una reunión social de tres horas en el marco del fin de semana de Acción de Gracias en Estados Unidos.
LeBlanc insistió en que la relación entre ambos líderes es “cordial” y que la capacidad de Trump para bromear de esa forma es una señal de cercanía. Sin embargo, el gesto de Trump al publicar la imagen sugiere que sigue divirtiéndose con su ocurrencia, dejando abierta la pregunta de si sus comentarios fueron realmente un chiste o una provocación calculada.
¿Chiste o estrategia?
Aunque el tono de la cena fue descrito como ligero, las implicaciones de las medidas anunciadas por Trump están lejos de serlo. Los aranceles y el déficit comercial son temas serios que podrían afectar profundamente las relaciones entre ambos países.
Mientras tanto, la imagen en el acantilado sirve como un recordatorio del estilo provocador de Trump: mezclar humor con mensajes que no siempre son fáciles de descifrar.