Atacantes suicidas equipados con armas de fuego y bombas mataron ayer martes a 41 personas e hirieron a decenas en el concurrido aeropuerto de Atarkuk. El Gobierno dijo creer que el suceso era obra de extremistas islámicos.
Las autoridades turcas trataban de reconstruir cómo se había producido el triple atentado suicida. En el suceso murieron 41 personas, sin contar a los agresores, que llegaron en un taxi y se inmolaron tras recibir disparos, según el Gobierno.
Un funcionario turco señaló que las autoridades estaban revisando las imágenes de los videos de seguridad y analizando las declaraciones de los testigos para establecer una línea temporal preliminar y los detalles del ataque. “Es un rompecabezas”, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato en línea con las prácticas del gobierno.
Había varias descripciones contradictorias del suceso.
Fiente: Sin Embargo