EL FUNDADOR DE MICROSOFT, BILL GATES CRITICA LA ACUMULACIÓN DE RIQUEZA Y ADVIERTE SOBRE LOS RIESGOS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El fundador de Microsoft reflexiona sobre la riqueza, la inteligencia artificial y el futuro ético de la tecnología.
Con una fortuna que supera los 120 mil millones de dólares, Bill Gates ha alcanzado lo más alto del éxito empresarial. Sin embargo, en una entrevista reciente, sorprendió al adoptar un tono autocrítico sobre el poder económico y su responsabilidad. “Estas fortunas son casi ilegítimas, a menos que se den de manera muy inteligente”, declaró, reafirmando su compromiso con la filantropía como un deber moral, no solo como opción.
Gates aseguró que nunca buscó el dinero como fin. Cuando fundó Microsoft, su obsesión era lograr que la informática personal llegara a todo el mundo, incluso a los países más pobres. A pesar de su histórica rivalidad con Steve Jobs, Gates reconoció la admiración mutua que ambos se profesaban y las conversaciones profundas que compartieron antes de la muerte del cofundador de Apple.
Uno de los temas más relevantes del diálogo fue la inteligencia artificial. Gates advirtió que, si bien la IA tiene el potencial de revolucionar áreas clave como la educación, la salud o la agricultura, también representa “la herramienta más peligrosa si no se utiliza bien”. En su opinión, el desarrollo de estas tecnologías exige liderazgo político firme y una visión ética clara para evitar que agraven la desinformación o la desigualdad.
El momento más personal de la entrevista llegó cuando habló de sus padres, de quienes heredó la ambición, pero también la empatía. Gates sostuvo que el dinero no debería servir para perpetuar una dinastía familiar, sino para devolverlo a la sociedad. A través de la fundación que codirige con su exesposa Melinda, invierte miles de millones de dólares en combatir enfermedades, mejorar la nutrición y reducir la pobreza global.
En un mundo donde el poder económico avanza más rápido que la justicia social, Gates propone una fórmula simple pero poderosa: “Trata a los demás como te gustaría ser tratado tú”. La tecnología puede cambiar el mundo, pero será la conciencia de quienes la crean la que determine si ese cambio será justo.