Manuel Guerrero Aviña, mexicano-británico perseguido en Qatar por su orientación sexual y vivir con VIH, llegó a la Ciudad de México este lunes 19 de agosto, luego de haber sido detenido por las autoridades qataríes en febrero pasado y sometido a tortura física y psicológica.
Manuel Guerrero agradeció con voz entrecortada a todas las personas que lo apoyaron en su caso: a su familia, su «máximo apoyo en este tiempo tan difícil» y a todas las poblaciones LGBT+.
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«También quiero agradecer a la comunidad LGBT, en general que ha mostrado una solidaridad inmensa y ha sido un par de esperanza en estos momentos tan difíciles», dijo en conferencia de prensa.
Guerrero señaló que aunque «el arranque» de las autoridades mexicanas fue lento, las autoridades mexicanas siguieron su caso hasta su salida da Qatar, luego de que la canciller Alicia Bárcena destacó el caso en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador de hoy.
Cuestionado por EL UNIVERSAL, Manuel Guerrero apuntó que las autoridades mexicanas fueron las primeras en ponerse en contacto con él, antes que las británicas que lo hicieron de manera telefónica.
«Hay lecciones aprendidas para ambas partes, pero sí estoy agradecido con la Secretaría de Relaciones Exteriores», dijo.
Destacó el apoyo de activistas y organizaciones civiles como Amnistía Internacional que cubrió todos los gastos de defensa legal.
«Mi caso es solo uno de muchos, y es imperativo que utilicemos esta plataforma para arrojar luz sobre las duras realidades que algunas personas de la comunidad LGTB enfrentan en Qatar.
«Qatar, siendo uno de los países más ricos del mundo somete a sus propios ciudadanos a terapias de conversión» señaló al acusar condiciones inhumana e insalubres para las personas privadas de su libertad.
El mexicano denunció que la ignorancia y estigma contra las personas que viven con VIH continúan.
Por lo pronto, Guerrero Aviña busca establecerse en México un rato para disfrutar de su mamá, tía, su hermano Enrique y amistades.
Señaló que su arresto no define quien es, pero sí ha reforzado sus convicciones de seguir luchando por un mundo todos, sin importar orientación sexual y estado de salud, para que se pueda vivir con libertad y dignidad.
«Quiero cerrar este círculo y continuar adelante con mi vida», expresó al confiar en que su lucha sirva como catalizador.
Indicó que dará apoyo a Xuma, organización de derechos humanos conformada ante su caso para defender otras injusticias.
FUENTE: EL UNIVERSAL
