MONTREAL, CANADÁ (31 de diciembre, 2025). Una nueva revisión científica de la Universidad Concordia advierte sobre los riesgos críticos de depender del agua embotellada para el consumo diario. Según el estudio publicado en el Journal of Hazardous Materials, las personas que beben exclusivamente de botellas de plástico de un solo uso ingieren 90,000 partículas microplásticas más anualmente en comparación con quienes beben agua del grifo.
La investigación, que analizó más de 141 artículos científicos, subraya que mientras un consumidor de agua de grifo ingiere unas 4,000 partículas al año, la cifra se dispara para quienes optan por el plástico, exponiéndose a riesgos de salud crónicos.
🔬 ¿Cómo llegan los plásticos a nuestro cuerpo?
Los investigadores explican que las botellas liberan estas diminutas partículas (que miden desde una milésima de milímetro hasta cinco milímetros) debido a tres factores principales:
Fabricación y transporte: El roce y la manipulación del envase degradan el material.
Exposición solar: La luz ultravioleta rompe las cadenas poliméricas del plástico.
Fluctuaciones de temperatura: El calor acelera la liberación de partículas hacia el líquido.
⚠️ Consecuencias para la salud: Un riesgo latente
Aunque los efectos a largo plazo aún se están estudiando por la falta de métodos estandarizados, la revisión destaca que los microplásticos pueden penetrar el torrente sanguíneo y afectar órganos vitales, provocando:
Inflamación crónica y estrés celular.
Alteraciones hormonales y problemas reproductivos.
Daño neurológico y enfermedades respiratorias.
Potencial carcinogénico (riesgo de cáncer).
«Beber agua embotellada está bien en una emergencia, pero no debe ser parte de la vida diaria», sentenció Sarah Sajedi, autora principal del estudio.
🏗️ La solución: Infraestructura y regulación
El estudio concluye que para reducir esta dependencia «tóxica», los gobiernos deben priorizar dos frentes:
Mejora de la infraestructura: Garantizar el acceso público a agua potable de calidad por grifo.
Regulación estricta: Crear métodos globales para medir nano y microplásticos en productos de consumo masivo.













