Al menos 11 civiles y un soldado tailandeses han muerto en el último brote de hostilidades fronterizas con Camboya, que comenzó el jueves, según informó Somsak Thepsuthin, ministro de Salud de Tailandia, luego de que ambos países degradaran sus relaciones diplomáticas en una disputa que escala rápidamente.
El ejército tailandés indicó que ha lanzado ataques aéreos contra objetivos terrestres en Camboya. Por su parte, el ministerio de Defensa camboyano afirmó que el ejército tailandés utilizó aviones para lanzar bombas en una carretera cercana al antiguo templo de Preah Vihear.
Surasant Kongsiri, portavoz del ministerio de Defensa de Tailandia, declaró que otros tres civiles, incluido un niño de cinco años, resultaron gravemente heridos luego de que Camboya disparara hacia una zona residencial en la provincia tailandesa de Surin.
Surasant señaló que los enfrentamientos continúan en al menos seis zonas a lo largo de la frontera. El primer choque del jueves por la mañana ocurrió cerca del antiguo templo de Ta Muen Thom, en la frontera entre Surin y la provincia camboyana de Oddar Meanchey.
Ambos países se acusaron mutuamente de haber iniciado los disparos.
Un video en directo desde el lado tailandés mostró a personas corriendo desde sus casas y refugiándose en un búnker de concreto el jueves por la mañana mientras se escuchaban explosiones.
El ministerio de Asuntos Exteriores de Tailandia emitió un comunicado afirmando que el país “está preparado para intensificar nuestras medidas de autodefensa si Camboya persiste en sus ataques armados y violaciones a la soberanía tailandesa, de acuerdo con el derecho y los principios internacionales”.
Degradación de relaciones diplomáticas

El primer ministro camboyano Hun Manet dijo que Tailandia atacó posiciones del ejército camboyano en los templos de Ta Muen Thom y Ta Krabey, en Oddar Meanchey, y que los ataques se extendieron hacia la zona de la provincia camboyana de Preah Vihear y la provincia tailandesa de Ubon Ratchathani.
“Camboya siempre ha mantenido una postura de resolución pacífica de los problemas, pero en este caso no tenemos otra opción más que responder con fuerza armada frente a una agresión armada”, afirmó.
Más temprano este jueves, Camboya anunció que degradaba las relaciones diplomáticas con Tailandia al nivel más bajo, expulsando al embajador tailandés y retirando a todo su personal diplomático de la embajada en Bangkok.
Esto se dio en respuesta a que Tailandia cerró sus pasos fronterizos en el noreste con Camboya, retiró a su embajador y expulsó al embajador camboyano el miércoles, en protesta por la explosión de una mina terrestre que hirió a cinco soldados tailandeses.
Las relaciones entre los vecinos del sudeste asiático se han deteriorado drásticamente desde mayo, cuando un soldado camboyano murió en un enfrentamiento armado en otra de las varias zonas de tierra que ambos países reclaman como propias.
El ejército tailandés señaló que, durante el enfrentamiento del jueves, sus tropas escucharon un vehículo aéreo no tripulado antes de ver a seis soldados camboyanos armados acercándose a una estación tailandesa. Indicaron que intentaron gritarles para calmar la situación, pero los soldados camboyanos abrieron fuego.
«Incursión no provocada»
El ministerio de Defensa de Camboya afirmó que fue Tailandia quien inició el enfrentamiento armado, y que Camboya “actuó estrictamente en los límites de la autodefensa, respondiendo a una incursión no provocada de tropas tailandesas que violaron nuestra integridad territorial”.
El presidente del Senado de Camboya, Hun Sen, publicó en su página de Facebook un mensaje instando a la población a no entrar en pánico y a confiar en su gobierno y en las fuerzas armadas.
La embajada tailandesa en Phnom Penh publicó en Facebook que hubo enfrentamientos en varias zonas fronterizas que podrían seguir escalando. Instó a los ciudadanos tailandeses en Camboya a salir del país si podían, y aconsejó a los demás no viajar a Camboya salvo que fuera absolutamente necesario.
El miércoles, una mina terrestre explotó cerca de la frontera e hirió a cinco soldados tailandeses, uno de los cuales perdió una pierna.
Una semana antes, una mina terrestre en otra zona disputada estalló y dejó heridos a tres soldados tailandeses, uno de los cuales perdió un pie.
Las autoridades tailandesas alegaron que las minas fueron colocadas recientemente en caminos que, según un acuerdo mutuo, debían ser seguros. Indicaron que las minas eran de fabricación rusa y no eran del tipo utilizado por el ejército tailandés.
Camboya rechazó la versión de Tailandia como “acusaciones infundadas”, señalando que muchas minas y otros artefactos sin detonar son herencia de las guerras y disturbios del siglo XX.
El fervor nacionalista en ambos países ha avivado aún más la situación, y la primera ministra tailandesa fue suspendida del cargo el primero de julio mientras se investiga si violó normas éticas en su gestión del conflicto fronterizo.
Las disputas fronterizas son temas de larga data que han provocado tensiones periódicas entre los países. Los conflictos más prominentes y violentos han girado en torno al templo de Preah Vihear, de mil años de antigüedad.
En 1962, la Corte Internacional de Justicia otorgó la soberanía del área a Camboya, lo que se convirtió en una gran fuente de fricción en las relaciones bilaterales.
Camboya volvió a acudir a la corte en 2011, tras varios enfrentamientos entre su ejército y las fuerzas tailandesas que causaron unas 20 muertes y desplazaron a miles de personas. La corte reafirmó el fallo en 2013, una decisión que aún incomoda a Tailandia.