Ciudad de México, 31 de agosto. – El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reforzaron en los últimos días las medidas de prevención contra la Peste Porcina Africana (PPA), una enfermedad viral que no afecta a humanos, pero que resulta devastadora para la población porcina y representa un riesgo millonario para la economía agrícola.
En los principales aeropuertos del país se colocaron carteles con el lema “African Swine Fever, Don’t Pack a Disease” (No empaques una enfermedad), dirigidos a viajeros internacionales.
El mensaje es claro, no traer carne de cerdo ni derivados como embutidos, jamón o salchichas, pues podrían convertirse en vehículo de contagio para un virus altamente resistente que puede sobrevivir en ropa, calzado o equipos contaminados durante meses.
El USDA-APHIS actualizó el 27 de agosto de 2025 su sitio oficial con nuevas directrices que obligan a los viajeros a declarar productos de origen animal y visitas a granjas al ingresar al país. También se recomienda esperar al menos cinco días antes de tener contacto con cerdos tras un viaje al extranjero, como parte de las medidas de bioseguridad.
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La alerta no es menor. Aunque la PPA nunca ha sido detectada en Estados Unidos, brotes confirmados en República Dominicana y Haití mantienen a las autoridades en máxima vigilancia, pues cualquier ingreso ilegal de carne contaminada podría detonar una emergencia sanitaria con consecuencias desastrosas.
De acuerdo con organismos internacionales como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la peste porcina africana se encuentra presente en más de 50 países de África, Europa y Asia, con recientes brotes en Corea del Sur, China, Alemania y Estonia. La enfermedad, sin cura ni vacuna, puede alcanzar una mortalidad del 100% en cerdos infectados en cuestión de días.
Un solo caso en territorio estadounidense provocaría la suspensión inmediata de exportaciones, el sacrificio de miles de animales y un impacto directo en la cadena alimentaria.
CBP advirtió que la propagación de la enfermedad implicaría pérdidas de miles de millones de dólares y la destrucción de empleos vinculados a la industria porcina.
En el Caribe, la situación preocupa a la región. En República Dominicana, un estudio reciente señala que la PPA pasó de ser un brote de emergencia a convertirse en una condición endémica bajo vigilancia constante. Esta cercanía geográfica aumenta el riesgo para México y Estados Unidos, dado el intenso flujo de viajeros y mercancías en la zona.
Por ello, las autoridades reiteran, los viajeros juegan un papel fundamental en la prevención, y el simple hecho de transportar un alimento prohibido podría abrir la puerta a una crisis de gran magnitud.
Con Información del Sistema de Noticias CAMBIO 22