El huracán Erin de categoría 2 se acerca a las costas de Carolina del Norte, en donde el agua ya ha causado inundaciones en las calles cercanas a la playa. El huracán no tocará tierra a medida que se desplaza hacia el norte de Estados Unidos, pero sí generará marejadas ciclónicas de hasta 1,2 metros.
Erin sigue siendo un huracán de categoría 2 con vientos máxismos sostenidos de 175 km/h, según el reporte más reciente del Centro Nacional de Huracanes.
El ciclón seguirá una trayectoria paralela a la costa este de Estados Unidos sin tocar tierra a medida que se desplaza hacia el norte.
Los vientos de Erin podrían generar marejadas ciclónicas de hasta 1,2 metros sobre los Outer Banks entre la noche de este miércoles y este jueves.
El Centro Nacional de Huracanes está monitoreando dos áreas por posible desarrollo tropical en la misma zona del Atlántico que Erin está recorriendo.
Dominion Energy, que suministra electricidad a partes de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur, informó que tiene cuadrillas posicionadas a lo largo de la costa para responder con rapidez a cualquier corte de energía causado por el huracán Erin.
Cientos de trabajadores, junto con camiones grúa, han sido desplegados, informó la compañía en un comunicado.
Hasta la noche de este miércoles, solo se reportaban unos pocos cientos de cortes de energía en Carolina del Norte y Virginia, según PowerOutage.us.
Erin amenaza este miércoles la costa de Carolina del Norte con altas olas e inundaciones, lo que provocó órdenes de evacuación obligatorias por parte de las autoridades estadounidenses ante el fortalecimiento de este huracán de categoría 2.
El estado de la costa este de Estados Unidos, todavía impactado por el paso del mortal huracán Helen en 2024, declaró la emergencia este martes. Se espera que el mayor impacto de Erin se dé desde la noche del miércoles al jueves.
“El oleaje generado por Erin afectará a las Bahamas, las Bermudas, la costa este de Estados Unidos y la costa atlántica de Canadá durante los próximos días”, afirmó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
“Erin es un huracán de gran tamaño”, agregó.
El gobernador Josh Stein dijo a reporteros que se anticipan “inundaciones costeras por grandes olas, vientos con fuerza de tormenta tropical y la crecida de las aguas en la mayoría de las costas del estado, especialmente en Outer Banks”.
Stein hizo un llamado a los residentes para que hagan caso de las advertencias locales y tengan maletas con suficiente comida, agua y suministros para cinco días.
“Ya hemos preparado tres equipos rápidos de rescate acuático y 200 tropas de la Guardia Nacional en varias zonas costeras, junto con botes, vehículos y aeronaves”, añadió.
El miércoles por la tarde, Erin se desplazaba hacia el norte a unos 395 kilómetros al sureste de Carolina del Norte, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h, según el NHC, y con un probable aumento de su intensidad.
En la región de Outer Banks, que ya está bajo amenaza por el incremento del nivel del mar y la erosión, podrían registrarse olas de hasta 6 metros.
Una significativa franja de la costa desde Carolina del Norte hasta el sur de Virginia y Bermuda fue declarada en vigilancia por posible tormenta tropical de baja intensidad.
Además del riesgo de inundaciones en Carolina del Norte, casi toda la costa este de Estados Unidos se encuentra bajo amenaza por fuertes aumentos de la marea.
Se ordenaron evacuaciones obligatorias para las islas de Ocracoke y Hatteras, mientras que los condados de Dare y Hyde declararon emergencias locales, de acuerdo con la oficina del gobernador Stein.
La temporada de huracanes en el Atlántico va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre. A pesar de un comienzo relativamente tranquilo con solo cuatro tormentas nombradas hasta ahora, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) continúa vigilando una temporada “por encima de lo normal”.
Científicos consideran que el cambio climático está sobrecargando los ciclones tropicales: océanos más cálidos llevan a vientos más fuertes, una atmósfera más calurosa intensifica las lluvias, y mayores niveles del mar aumentan el surgimiento de tormentas.
Además hay evidencia, aunque con menor certeza, de que el cambio climático está causando que haya huracanes con más frecuencia.
Fuente CNN/Sistema de Notícias CAMBIO 22