La Comisión de Asuntos del Estado le otorga poder absoluto no solo en lo militar, sino también en lo económico y lo nuclear.
Corea del Norte nombró al líder Kim Jong-un, de 33 años, al frente de un nuevo órgano de gobierno que concentra todos los poderes en el país.
La Asamblea Suprema del Pueblo (ASP), el órgano legislativo, eligió el miércoles por unanimidad a Kim para presidir una nueva Comisión de Asuntos del Estado, anunció la agencia oficial norcoreana KCNA.
Esta institución sustituye a la poderosa Comisión de Defensa Nacional (CDN), que era el órgano supremo de toma de decisiones políticas.
Según el presidente de la ASP, Kim Yong-nam, el nombramiento refleja «la fe inquebrantable y la voluntad a toda prueba de todos los funcionarios y habitantes del país de apoyar a Kim Jong-un (…) en el puesto más alto» de la República Popular y Democrática de Corea (RPDC).
Esto confirma el ascenso de Kim al rango de jefe supremo del país, explica Cheong Seong-chang, experto en Corea del Norte en el Instituto Sejong de Seúl.
«Equivale al título de ‘presidente de la República’ que se otorgó a Kim Il-sung en 1972», comparó Cheong. El fundador de la dinastía y abuelo de Kim Jong-un se convirtió a su muerte en 1994 en «presidente eterno».
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Kim Jong-un guarda un gran parecido físico con su abuelo y se aprovecha de ello para captar la herencia política del fundador y desmarcarse de la de su padre, Kim Jong-il. Su nombramiento a la cabeza de la nueva Comisión de Asuntos del Estado es una ruptura a mayores con el legado de su padre, quien dirigió el país como presidente de la CDN hasta su muerte en 2011.
La CDN era esencialmente militar y se encargaba de todos los temas de defensa y seguridad. Pero, en virtud de la estrategia del songun (el ejército primero) de Kim Jong-un, la comisión elaboraba las políticas en general y no solo lo relacionado con las fuerzas armadas.
«Como jefe de una comisión que controla el ejército, el partido y el gobierno, Kim Jong-un se convierte en líder supremo», analiza Yang Moo-jin, profesor de la universidad de estudios norcoreanos de Seúl. «Es una ruptura clara con la época de su padre».
Una de las primeras decisiones de Kim Jong-un tras su llegada al poder fue pasar página para acabar con el songun y abrazar el byungjin, una estrategia centrada en el desarrollo económico y nuclear. El congreso del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC) de mayo (el primero que se celebraba desde 1980) devolvió oficialmente el protagonismo al partido en detrimento del ejército, adalid bajo el liderazgo de Kim Jong-il.
El jueves, el Rodong Sinmun, publicación oficial del partido, llevaba en portada un retrato en color de Kim Jong-un, con chaqueta de cuello Mao abotonada y semblante solemne.
«Rendimos el mayor honor al Querido Camarada Kim Jong-un, jefe supremo del partido y del pueblo», proclama el diario en letras en mayúsculas de color rojo.
El ASP se reúne solo una o dos veces al año para votar los presupuestos o ratificar las decisiones del partido único. La sesión del miércoles también abordó el nuevo plan quinquenal, el primero en varias décadas, el cual exhorta a fortalecer la producción y luchar contra la penuria energética, según trascendió a la prensa.
Fuente: Sipse
