Guangdong, China. La provincia de Guangdong, uno de los centros de energía eólica marina más grandes de China, está a la vanguardia en el desarrollo de tecnología para turbinas eólicas capaces de resistir y aprovechar la fuerza de los destructivos tifones que azotan el Mar Meridional de China cada año.
El país, que busca alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060, ha instalado cientos de turbinas —algunas de hasta 30 pisos de altura— en una de las regiones más propensas a estos ciclones tropicales, que generan vientos de 119 km/h o más. Guangdong ya alberga casi el 15% de todas las turbinas eólicas marinas a nivel global y planea duplicar su flota en los próximos cinco años.
Un Desafío de Ingeniería y Naturaleza
El principal desafío es construir parques eólicos que no solo resistan las tormentas, sino que también capturen la energía de sus ráfagas. Zhu Ronghua, director del Laboratorio de Energía Eólica Marina Yangjiang, señaló que es «extremadamente importante que las turbinas instaladas en esas regiones no solo resistan los tifones, sino también que aprovechen las ráfagas fuertes que anticipan sus llegadas».
Las compañías chinas están liderando la investigación y el desarrollo de turbinas «tipo tifón», capaces de resistir vientos de un promedio de 198 km/h durante 10 minutos (según estándares nacionales) y hasta 205 km/h (según guías internacionales IEC). Se proyecta que una turbina en un parque eólico chino experimente al menos 100 tifones durante su vida útil de 25 años.
Innovación en la Resistencia
Empresas como Mingyang Smart Energy están desarrollando tecnologías innovadoras, como el modelo OceanX, una plataforma flotante que soporta dos turbinas con aspas a «sotavento» (detrás del motor). Su base está anclada al fondo marino por un solo punto, lo que le permite cambiar de orientación y encarar el tifón para minimizar la fuerza del impacto. El concreto utilizado en su base es cuatro veces más fuerte que el normal.
El modelo OceanX demostró su resiliencia al resistir el paso del súper tifón Yagi, el más fuerte visto en China en una década, y más recientemente el tifón Ragasa, con vientos de hasta 152 km/h. Por su parte, turbinas de Goldwind también lograron generar 2.1 gigavatios-horas (GWh) de energía durante el paso de Yagi gracias a sistemas de monitoreo avanzados y materiales como fibra de carbono.
Los Riesgos Persisten
A pesar de los avances, la batalla contra la naturaleza sigue cobrando víctimas. Tras el paso del súper tifón Yagi, un parque eólico costero en la ciudad de Wenchang, Hainan, resultó con severos daños, dejando siete turbinas destrozadas con sus torres rotas. Investigadores señalan que esas turbinas no estaban conectadas a la energía, impidiendo que pudieran ejecutar ajustes de protección.
Más recientemente, tras el paso del tifón Ragasa en septiembre, se reportó el colapso de al menos cinco turbinas en Yangjiang. Las pérdidas económicas para los parques eólicos marinos de China, causadas solo por Ragasa, se proyectaron en hasta 66 millones de dólares.
No obstante, expertos internacionales consideran que la vasta experiencia de China en la fabricación de turbinas resistentes a tifones es invaluable para otras regiones, como el sudeste asiático y zonas de EE. UU. afectadas por huracanes, ya que actualmente China «podría contar con las tecnologías más avanzadas de turbinas eólicas resistentes a tifones».