«Todas las entradas ilegales van a parar de inmediato», afirmó Trump con determinación.
El presidente anunció el restablecimiento de su controvertida política «Quédate en México», con la cual buscará deportar a millones de inmigrantes a territorio mexicano mientras se procesan sus casos.
«Voy a enviar personal militar a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país», agregó, calificando el flujo migratorio como una amenaza para la soberanía estadounidense.
Además, Trump reiteró su intención de designar a los cárteles mexicanos como «organizaciones terroristas extranjeras». Bajo esta premisa, aseguró que invocará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para permitir que fuerzas federales y estatales combatan directamente a estas organizaciones.
«Vamos a eliminar a todas las pandillas y criminales internacionales que operan en nuestro suelo», aseguró.
La retórica del mandatario no se detuvo ahí. Trump advirtió que si México no toma acciones contundentes para detener el tráfico de drogas y migrantes, implementará un aumento del 25% en los aranceles a los productos mexicanos, lo que podría tener graves consecuencias económicas para ambos países.
La amenaza de una deportación masiva también tomó protagonismo en su discurso. Trump dejó claro que su administración eliminará las protecciones legales para inmigrantes con estatus de permanencia temporal, intensificando las expulsiones.
«Sacaré a todas las personas que no tienen un estatus legal en este país. Vamos a restaurar el orden», enfatizó.
LEER: CONOCE QUÉ PRESIDENTE DE E.U. DEPORTÓ MÁS MIGRANTES: DONALD TRUMP, JOE BIDEN O BARACK OBAMA
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó rápidamente a estas declaraciones, estableciendo contacto con líderes regionales y otros gobiernos para preparar una estrategia ante el posible retorno masivo de connacionales.
«La soberanía de México no será negociable», expresó recientemente la mandataria en un comunicado.
El discurso de Trump reafirma su postura inflexible hacia México y los inmigrantes, poniendo en marcha políticas que, según expertos, podrían alterar significativamente la relación bilateral y afectar a comunidades enteras a ambos lados de la frontera.
