Un macabro hallazgo se produjo la semana pasada en la provincia china de Henan. Alrededor de 4.000 animales, principalmente perros, gatos y conejos, fueron encontrados sin vida dentro de pilas de cajas amontonadas en un depósito en la ciudad de Luohe. La denuncia fue efectuada por la ONG Utopia Animal Rescue, dedicada a la protección de los animales en uno de los países en los que mayores abusos de esa naturaleza se producen a nivel mundial.
Integrantes de la organización llegaron al lugar el 22 de septiembre tras recibir una información anónima y se encontraron el aterrador cuadro. Los animales, que iban a ser vendidos como mascotas por internet, habían sido trasladados por un camión de correos, algo que está prohibido. Cuando los empleados del depósito vieron el cargamento que llevaba, lo rechazaron, pero el camión dejó las cajas desparramadas y se fue.
Los animales estuvieron casi una semana encerrados sin agua ni comida. La mayoría murió, pero los voluntarios pudieron rescatar a unos mil, que a pesar del hambre y la deshidratación lograron permanecer con vida.
“Hemos hecho rescates antes pero esta fue la primera vez que experimenté algo tan trágico”, dijo una voluntaria de la ONG identificada como Dan por el South China Morning Post. “Cuando llegamos allí, había varias pequeñas montañas de cajas que contenían animales. Muchos de ellos estaban muertos y habían empezado a pudrirse y a emitir olores terribles”.
La pandemia de coronavirus potenció la escasamente regulada venta de todo tipo de productos a través de internet. Eso incluye mascotas, que muchas veces son transportadas como si fueran objetos, sin los más mínimos recaudos para preservar su salud.
Los animales habían sido enviados el 16 de septiembre desde la vecina provincia de Jiangsu, según informó Yang Aihua, un funcionario de la oficina de comercio de Luohe, consultado por The Beijing News. Desde el depósito debían ser distribuidos a compradores ubicados en distintos puntos de Henan. Al menos ese era el plan de la compañía de mensajería Yunda Express, que no contemplaba que los animales podían necesitar aire, agua y comida para sobrevivir.
Entre los sobrevivientes hay 870 conejos, 99 hámsteres, 70 perros y 28 gatos, reportó Utopia. Se han encontrado hogares para los animales sanos, mientras que las tiendas de mascotas y los voluntarios están cuidando a los enfermos.
Los más delicados son los conejos, porque son recién nacidos. “Les hemos estado dando vitaminas y glucosa, con la esperanza de que puedan sobrevivir”, dijo Dan.
La voluntaria explicó que, si bien la sorprendió la magnitud del horror descubierto, el problema no es nuevo. “Muchas pequeñas empresas de mensajería no tienen los certificados sanitarios adecuados y el espacio suficiente para los animales. Seguimos pidiendo la prohibición del transporte de animales vivos y su venta online”, dijo.
El maltrato animal en China llega a niveles difíciles de comprender en otras partes del mundo. Si no es su venta como mascotas como si fueran objetos, el drama es la cacería de perros para la venta de su carne. En junio pasado, por ejemplo, se conoció que en medio de la pandemia nacida en un mercado húmedo de Wuhan el régimen chino permitió la inauguración de un festival de carne de perro en la ciudad de Yulin, Guangxi, en condiciones higiénicas indescriptibles. Miles de personas concurrieron a la feria más grande de este tipo de animales, que fueron exhibidos en mostradores sin refrigeración.
El régimen asegura que está elaborando nuevas leyes para prohibir el comercio de vida silvestre y proteger a las mascotas, y los activistas esperan que este año sea la última vez que se celebre el festival. El caso llama la atención: fue en un mercado similar donde un brote de coronavirus SARS-CoV-2 provocó la pandemia que lleva más de un millón de muertos en todo el mundo.
FUENTE: Infobae