Policías y militares del gobierno de Egipto atacaron vehículos que transportaban a turistas mexicanos en la zona de oasis del desierto occidental del país africano; al menos dos connacionales fallecieron y cinco resultaron heridos.
El incidente fue dado a conocer anoche por un comunicado del ministerio del Interior egipcio. Ahí se explica que un comando de fuerzas estatales antiterroristas desarrollaba una operación de seguridad en aquella región y se topó con un grupo de cuatro vehículos que transportaban a los turistas mexicanos, contra los cuales abrió fuego “por error”. En total, informó, murieron 12 personas.
La embajada de Egipto en México dijo a Excélsior que los hechos ocurrieron en una zona de operaciones militares, y que los vehículos que transitaban ahí “al parecer no tenían los permisos para entrar en esa zona”.
En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó la muerte de dos connacionales en “circunstancias todavía no aclaradas” y que el embajador Jorge Álvarez Fuentes ya contactó a cinco mexicanos internados en un hospital en un suburbio de El Cairo.
En su cuenta de Twitter, el presidente Enrique Peña Nieto condenó los hechos y exigió al gobierno de Egipto una exhaustiva investigación.
Ahmed Gad, director de la agencia Nefertari Travel, que tiene contacto con guías de turistas en Egipto, considera que la cifra de mexicanos muertos podría ascender a ocho.
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Un patrullaje conjunto de la policía y el ejército perseguía a “elementos terroristas” en la región del desierto occidental, en “zona prohibida”, explicó el Ministerio de Interior.
Las fuerzas de seguridad egipcias mataron “por error” a al menos 12 personas, entre ellas turistas mexicanos, e hirieron a otros 10, al confundir los vehículos en los que viajaban con los de terroristas, informó el Ministerio de Interior de ese país en un comunicado.
En el documento, emitido poco después de la medianoche, hora local, el gobierno aseguró que un patrullaje conjunto de la policía y el ejército estaba persiguiendo a “elementos terroristas” en la región del desierto occidental, a la que está prohibido acceder.
Las fuerzas egipcias le dispararon a los cuatro autos que conformaban el convoy y fue después de abrir fuego que se percataron de que eran civiles, destacó el comunicado.
Hasta el cierre de esta edición, ese gobierno no había especificado cuántos ciudadanos mexicanos están entre las víctimas mortales.
La embajada de Egipto en México dijo a Excélsior que el ataque se dio “en una zona de operaciones militares y al parecer no tenían los permisos para entrar en esa zona”.
“Del grupo de cuatro vehículos no sabemos si son 4X4 o minibuses, pero lo que sí sabemos es que la zona está vetada”, aseguró Ahmed Rida El Yazidi, encargado de asuntos culturales de la embajada egipcia en México.
La representación egipcia también dijo a este diario que no podía emitir algún tipo de información oficial sobre el número de víctimas o detalles sobre el ataque, pues tenía que esperar a que los ministerios correspondientes la proporcionaran.
La “zona oficialmente prohibida” donde ocurrió el ataque se encuentra en la región de Al-Wahat-Al-Bahariya de Egipto, la cual es popular entre los turistas.
En esa región los turistas visitan los oasis, aunque en los últimos años se ha limitado ese itinerario por motivos de seguridad.
La operación militar se produjo un día después del anuncio por parte de militantes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) que afirmaron tener presencia en el desierto cerca de la frontera con Libia, pero personal de la Embajada aseguró a este diario que no podían confirmar si en esa zona hubiese actividad insurgente.
Información del diario El Mundo, de España, señala que durante una parada, los turistas bajaron de los cuatro todoterrenos, en los que viajaban y se sentaron a cenar.
“Mientras estaban comiendo, tres aviones de combate del ejército empezaron a disparar y lanzaron misiles sobre los vehículos. Quedaron completamente carbonizados”, según el testimonio de un empleado de la empresa que solicitó permanecer en el anonimato. “Algunos intentaron correr, pero los militares les siguieron y abrieron fuego contra todos los que trataban de escapar”, señala El Mundo.
De acuerdo con información del diario egipcio Ahram, en su versión online, el gran desierto occidental, que es la puerta de entrada a Libia, ha sido explotada por militantes afiliados al grupo Estado Islámico, que se dirigen principalmente contra las fuerzas de seguridad en el Sinaí, en las fronteras orientales de Egipto.
La zona les ha facilitado el tráfico de armas y las autoridades egipcias no han conseguido controlar ese territorio desértico, donde se han registrado ataques constantes contra las fuerzas de seguridad.
Magdy Samaan, corresponsal del diario británico The Telegraph, entrevistó a Amr Imam, pariente de Awad Fathi, gerente de un hotel en el desierto occidental y guía de la excursión.
Imam aseguró que los hechos ocurrieron a las 4 de la tarde hora local, pero que las autoridades habían intentado encubrirlo hasta que él lo publicó en su cuenta de Twitter @amr_imam.
Duro golpe al sector turístico, afirman
El ataque a mexicanos en Egipto es un nuevo golpe para el sector turístico, una fuente de ingresos y divisas y un sector vital de la economía egipcia, reportó ayer el diario El Mundo, de España.
El reporte sostiene que el sector turístico ha sido arrasado por los cuatro años de agitación política. El régimen egipcio, liderado por el exjefe del ejército Abdelfatah al Sisi, ha intentado relanzar el turismo con escaso éxito. Unos 9.9 millones de turistas visitaron Egipto en 2014, ligeramente por encima de los 9.5 millones registrados el año anterior cuando tuvo lugar el golpe de Estado que en julio de 2013 desalojó del poder al islamista Mohamed Mursi.
El Mundo, en su versión digital, da cuenta que desde la asonada, el país ha asistido a la campaña de represión más feroz en décadas contra toda disidencia, islamista, liberal o izquierdista. El régimen egipcio ha clausurado, además, los medios de comunicación de la oposición; encarcelados a varias decenas de periodistas; establecido una draconiana ley que limita las protestas y estrechado la actuación de las ONG locales.
( Fuente Excelsior)