Luego de días de investigación y de confirmar que no se trataba de una bomba, un dispositivo de espionaje o un objeto extraterrestre, las autoridades emitieron sus conclusiones
Después de días de incertidumbre, finalmente las autoridades confirmaron de qué se trata la bola gigante encontrada en las costas de Japón. Las hipótesis iban desde un arma de espionaje hasta una antigua mina con posibilidades de explotar.
Sin embargo, la verdad está muy lejos de las especulaciones que hicieron miles de usuarios en redes sociales. Se trata, simple y sencillamente, de una boya.
El caso se dio a conocer la semana anterior y llamó la atención de muchas personas a lo largo y ancho del mundo. En Japón, concretamente en la playa de Enshuhama, ubicada en la ciudad de Hamamatsu, en horas de la mañana una mujer había encontrado una rara bola metálica de un metro y medio de diámetro.
A partir de que informó a las autoridades, rápidamente se formó un cordón para impedir el paso e investigar el llamativo objeto. Las primeras conclusiones arrojaron que no se trataba de una bomba, ya que era hueco, y que venía del océano, dado que tenía percebes adheridos a la superficie.
Después de algunos días en donde la confirmación no llegaba y todavía reinaba la incertidumbre entre algunos descreídos, finalmente las autoridades despejaron cualquier tipo de duda. Según expresó Hiroyuki Yagi, de la Oficina de Gestión de Costas y Ríos de la prefectura de Hamamatsu, al New York Times, efectivamente el objeto misterioso es una boya perdida.
En esa misma línea y para agregar más información, también expresó cuál será el futuro de la bola. Según su testimonio, “acabará convertida en basura”.
La zona donde se encontró la boya fue acordonada, temiendo se tratase de una bomba. FOTO: Twitter @AlertaMundial
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Más allá de sus características y de todas las hipótesis que se elaboraron, muchos usuarios estaban convencidos de que se trataba de una boya y que no había nada extraño en el descubrimiento. La justificación de esto era no solo la forma del objeto, sino también el lugar en donde fue hallado.
Más allá de esto, había algunas características que hacían dudar. Antes de la investigación y mediante la observación a simple vista, se encontró que la esfera tenía dos puntos de enganche en los polos opuestos. De acuerdo a lo que informaron los medios locales apenas se comenzó a hablar del tema, esto podía indicar que se trataba de una mina submarina. Sin embargo, rápidamente esta idea fue descartada por las autoridades, apenas se comprobó que el objeto era hueco.
Sumado a lo que respecta a la bola en sí, fue el contexto mundial lo que colaboró con la proliferación de teorías conspirativas, especialmente relacionadas al espionaje. El descubrimiento se dio justo en medio de la aparición de supuestos «globos espías» chinos en Estados Unidos. Ante la sospecha, el gobierno norteamericano decidió derribar varios ejemplares, aunque luego se conoció que al menos uno de ellos había sido elevado por un grupo de aficionados en Chicago.
Más allá de la tranquilidad de que la bola finalmente era una boya marina, muchos habitantes de la región manifestaron su preocupación por el impacto ambiental que tienen los residuos marinos y cómo esto puede afectar la calidad de vida en el lugar a mediano y largo plazo.
Fuente: El Universal