Mientras Alexis Scott-Windham, de 23 años, esperaba atención médica en un hospital de Nueva Orleans tras haber sido atropellada y baleada durante un ataque terrorista, su principal pensamiento era de gratitud. “Estaba agradecida de haber llegado al hospital. Podría haber sido mucho peor”, expresó. La joven, residente de Mobile, Alabama que sobrevivió a un ataque que dejó 14 muertos y decenas de heridos en la icónica Bourbon Street durante las celebraciones de Año Nuevo. Según informó NBC News, la rápida intervención de su madre, Tryphena Scott-Windham, quien se encontraba a cientos de kilómetros de distancia, fue clave para salvarle la vida.
El ataque ocurrió en la madrugada del 1 de enero, cuando un hombre identificado como Shamsud-Din Jabbar, veterano del ejército estadounidense de 42 años, condujo un camión alquilado contra una multitud de personas que celebraban en el famoso barrio francés de Nueva Orleans. De acuerdo con las autoridades, Jabbar actuó inspirado por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), aunque se cree que operó en solitario. Tras embestir a los peatones, el atacante abrió fuego, causando un caos generalizado. NBC News detalló que el ataque dejó un saldo de 14 fallecidos y numerosos heridos, entre ellos Scott-Windham.
La joven había viajado a Nueva Orleans con amigos para disfrutar de las festividades. Según relató a NBC News, la noche transcurría en un ambiente festivo hasta que, al salir de una pizzería cerrada, escuchó el sonido de un motor acelerando y luego una serie de impactos. Al voltear, vio un camión blanco que se dirigía directamente hacia ella. “Estaba atropellando a las personas como si fueran baches en el camino”, recordó. Aunque intentó escapar, el vehículo golpeó su pie derecho, haciéndola caer al suelo. Poco después, escuchó disparos y se dio cuenta de que estaba gravemente herida.
El papel crucial de una madre a cientos de kilómetros
En medio del caos, Scott-Windham notó que su pie sangraba exageradamente. Sus amigos, desesperados, decidieron llamar a su madre. Según consignó NBC News, Tryphena Scott-Windham, sin formación médica, les indicó que improvisaran un torniquete para detener la hemorragia. “Aprendí sobre torniquetes viendo televisión”, explicó la madre al medio. “Les dije que usaran el calcetín de su otro pie para atarlo alrededor de su pierna y reducir el sangrado”. Los amigos de Alexis siguieron las instrucciones al pie de la letra, utilizando el calcetín para detener la circulación en la pierna herida.
Un desconocido que presenció la escena se ofreció a llevar a Scott-Windham al hospital más cercano. “Estoy muy agradecida con él”, comentó la joven. Fue trasladada al Centro Médico Universitario de Nueva Orleans, donde otros heridos del ataque también recibían atención. Mientras esperaba ser atendida, Alexis reflexionó sobre su suerte. “Estaba sentada con mi torniquete casero, agradecida de estar viva”, relató.
Las secuelas físicas y laborales tras el ataque
El ataque no solo dejó secuelas físicas en Scott-Windham, quien aún tiene una bala alojada en su pierna y necesitará terapia para recuperarse, sino que también afectó su vida laboral. Según NBC News, la joven trabaja junto a su madre en un almacén de Amazon en Mobile. Tras el incidente, solicitó un permiso para ausentarse del trabajo, pero inicialmente la empresa rechazó su solicitud. “Se suponía que debía trabajar el 2 de enero a las 2 de la mañana”, explicó.
Sin embargo, tras recibir críticas públicas y quejas de clientes, Amazon emitió un comunicado asegurando haber ofrecido apoyo total a Scott-Windham durante su recuperación. “Le deseamos una pronta recuperación y esperamos darle la bienvenida de nuevo cuando esté lista”, declaró Kelly Nantel, portavoz de la compañía.
El ataque ha dejado una profunda huella en las víctimas y sus familias. Para Tryphena Scott-Windham, el hecho de que su hija haya sobrevivido es un milagro. “Casi pierdo a mi hija”, expresó. “Me siento muy triste por las otras familias, pero estoy agradecida de que mi hija haya sido salvada”.
Investigación y contexto del ataque terrorista
Las autoridades continúan investigando los motivos detrás del ataque. Según NBC News, el FBI confirmó que Jabbar había expresado su apoyo al Estado Islámico, aunque no encontraron evidencia de que estuviera vinculado directamente con la organización. El incidente ha generado desconfianza sobre la seguridad en eventos masivos y la amenaza del terrorismo doméstico en Estados Unidos.
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Para Scott-Windham, el camino hacia la recuperación será largo, pero su enfoque está en su hija de un año, Skai Marie Scott, y en superar las secuelas físicas y emocionales del ataque. “Estoy bendecida de estar viva”, afirmó. La valentía de sus amigos, la ayuda de un desconocido y las instrucciones de su madre a distancia fueron factores cruciales para que hoy pueda contar su historia.
FUENTE: INFOBAE