REDACCION MACRONEWS.- La superestrella del rap global, Nicki Minaj, ha generado una intensa sacudida mediática al declarar públicamente su apoyo al expresidente Donald Trump durante su participación en el AmericaFest 2025. El evento, organizado por la organización conservadora Turning Point USA, sirvió como marco para honrar la memoria del activista Charlie Kirk, fallecido este año. El respaldo de la intérprete de «Super Bass» marca un giro drástico en su trayectoria ideológica, pues en el pasado fue una de las críticas más vocales de las políticas migratorias de la administración republicana, especialmente durante la crisis de 2018.
El cambio de postura de Minaj no es casual y parece estar fundamentado en una evolución de sus prioridades personales y políticas. Durante su intervención, la rapera calificó a Donald Trump y al vicepresidente JD Vance como «modelos a seguir», elogiando lo que ella percibe como una autenticidad y cercanía con el pueblo que no encuentra en otras esferas. «Esta administración está llena de personas con corazón y alma», afirmó ante una audiencia que la ovacionó tras sus declaraciones, señalando además su cansancio ante lo que denominó «intimidación progresista» hacia quienes piensan de manera diferente.
Uno de los pilares fundamentales de esta transición es el interés de la artista en la libertad religiosa. Minaj, quien ha mostrado una conexión creciente con sus raíces cristianas, resaltó la importancia de la postura de Trump frente a la persecución de cristianos en Nigeria. Tras un mensaje del expresidente en Truth Social donde prometía sanciones si no cesaba la violencia religiosa en dicho país, Minaj expresó una profunda gratitud, destacando el valor de vivir en una nación donde se puede adorar a Dios libremente. Este enfoque en la fe ha sido un punto de encuentro decisivo entre la rapera y el sector conservador.
La recepción de este anuncio ha sido polarizada. Mientras figuras del movimiento MAGA y personas como Erika Kirk, viuda de Charlie Kirk, celebran la «valentía» de la artista por desafiar las normas de una industria musical mayoritariamente liberal, otros sectores critican su alineación con figuras que antes cuestionaba. No obstante, Minaj se mantuvo firme en su posición, lanzando incluso críticas directas al gobernador de California, Gavin Newsom, y cerrando su participación con una frase que ya circula en redes: «Somos los chicos cool. No tenemos tiempo para odiar». Con este movimiento, la rapera se posiciona como una de las voces más disruptivas de la escena política actual rumbo a 2028.
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