A sus ocho años, Blanca, una niña guatemalteca, vivió una de las experiencias más duras para cualquier menor migrante: fue detenida, separada de su mamá y casi deportada en Texas
Su caso expone lo que ocurre dentro de los centros donde permanecen miles de niños indocumentados en Estados Unidos.
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¿Cómo viven los niños detenidos?
En febrero de este año, Blanca y su mamá fueron detenidas en Houston cuando se dirigían a la escuela. Agentes de inmigración, sin identificarse ni mostrar una orden, las subieron a un vehículo oficial. Ahí comenzó su pesadilla.
La niña contó qué pasó días sin saber la hora, sin poder dormir y con frío.
“Yo ni sabía a qué hora era. Sí me dormía o no. No podía dormir. Tenía frío. Nos dieron aluminio… para estar ahí”.
Blanca, niña migrante
Su mamá fue trasladada a Phoenix, mientras que Blanca terminó en un centro de detención cercano a la frontera. Estuvieron seis meses separadas.
Durante su estancia, Blanca vio a decenas de menores. Algunos tenían 4 años.
“Recuerdo que había como unos cuatro o cinco mayores que yo y bastantes menores que yo”.
Blanca, niña migrante
¿Qué ocurre dentro de los centros de detención para migrantes?
El caso de Blanca muestra las condiciones en las que viven niños indocumentados en los llamados “summer camps” que, según el Gobierno de EE.UU., ofrecen actividades recreativas.
Su experiencia fue distinta.
La niña narró que vio a mujeres y menores llevados a cuartos extremadamente fríos, donde pedían comida o algo para cubrirse. Dijo que algunos policías entraban con palos para controlar a los detenidos.
“Vi como llevaban a mujeres y niños, a un congelador. Y se amontonaban en la puerta, pidiendo comida, algo con que taparse. Y no más llegaba un policía, con una cosa, lloraban muy feo. Y los policías, estaban durmiendo, y entraban con un como palo en la mano, y se escuchaban que lloraban”.
Blanca, niña migrante
Para soportarlo, Blanca rezaba y trataba de dormir para no escuchar el llanto de bebés y niños.
Durante su encierro se convirtió en apoyo para los más pequeños.
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Blanca salió libre y se reunió con su mamá
Blanca obtuvo su libertad hace mes y medio. Su caso es parte del sistema migratorio actual: por cada 10 solicitudes de amparo, nueve son rechazadas desde la llegada de Donald Trump.
Hoy, Blanca tiene claro lo que quiere en el futuro: ayudar a otros niños que viven en la calle o que enfrentan situaciones similares. Y tiene un mensaje directo para el presidente estadounidense:
“Dejen a los niños que estén juntos con sus padres. Porque cuando uno está con ellos, hay que aprovechar estar con ellos. Porque estar separados de ellos, me dolió bastante”.
Blanca, niña migrante




















