“Me complace encontrarme hoy con ustedes y dirigirles a cada uno mi cordial saludo”: con estas palabras, el Papa León XIV recibió en audiencia, este viernes 20 de junio, a los sacerdotes de la Pontificia Academia Eclesiástica que acaban de concluir la experiencia de Año Misionero, acompañados por el Presidente de la Pontificia Academia, Monseñor Salvatore Pennacchio y el Prefecto de Estudios, monseñor Gabriel Viola.
La Pontificia Academia Eclesiástica, tiene como finalidad preparar, mediante un curso de estudios especiales, a jóvenes clérigos para el servicio diplomático de la Santa Sede, una vez obtenido el grado eclesiástico. En febrero de 2020, el Papa Francisco retocó el curso de formación de la Academia Eclesiástica estableciendo, en una carta, que se incluyera en el plan de estudios de los alumnos «un año enteramente dedicado al servicio misionero» en las Iglesias de Asia, África y América Latina.
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Este año misionero, en las intenciones de Francisco, debía ser una especie de aprendizaje destinado a ampliar el conocimiento, por parte de los futuros diplomáticos pontificios, de las distintas realidades eclesiales en el mundo. Una finalización del curso de estudio del que el mismo Papa León XIV subrayó la utilidad didáctica esta mañana en su discurso, refiriéndose al encuentro de la semana pasada, con los “compañeros” del Alma mater, en el que destacó “el valor de esta intuición formativa introducida por mi venerado predecesor” Francisco.
“Los exhorté a ser y permanecer ‘pastores con los pies en la tierra’, a encarnar esa figura del sacerdote al servicio del Papa en las Representaciones pontificias” – afirmó – citando el Quirógrafo del Papa Francisco ‘El ministerio petrino’, “con el que se ha querido dar un nuevo impulso a su centenaria institución, próxima a celebrar su 325 aniversario”.
Llevar la cercanía del Papa
El Papa subrayó que “la custodia de esa solicitud por todas las Iglesias -propia del ministerio que se me ha confiado- necesita del fiel e insustituible servicio de la Secretaría de Estado y de los Representantes pontificios, con los que pronto comenzaran a colaborar”.
Por eso los exhorto también a ustedes a ejercer el don de su sacerdocio con humildad y mansedumbre, capacidad de escucha y cercanía, como fieles e incansables discípulos de Cristo Buen Pastor.
“Cualesquiera que sean las tareas que se les confíen, en cualquier parte del mundo en que se encuentren” – afirmó el Santo Padre – el Papa debe poder contar con sacerdotes que, en la oración como en el trabajo, no escatimen esfuerzos para llevar su cercanía a los pueblos y a las Iglesias con su testimonio”.
Para concluir, el Pontífice les agradeció nuevamente “por la docilidad y la abnegación con que se han dedicado durante este último año en los contextos más diversos” y bendijo de corazón “el inicio de su ministerio en el servicio diplomático de la Santa Sede”.
Fuente: Vatican News
