Hay cuentos de hadas que se hacen realidad.
Tener un buen (o mal) jefe puede hacer toda la diferencia entre amar u odiar tu trabajo. Pero sin duda el jefe de Franco Núñez, un hombre de Centenario, Argentina se lleva el premio al mejor del año.
Y es que Eduardo Fonseca, el dueño de ‘Cristales Fonseca, la vidriería en que trabaja Franco, quiso reconocer el esfuerzo y dedicación de su empleado con un considerado regalo: UN AUTO.
De acuerdo con el medio Río Negro, cada día Franco tenía que caminar 17 cuadras para llegar a la vidriería, una distancia bastante considerable.
Así que su jefe quiso hacerle la vida más fácil y premiarlo por sus cinco años de trabajo bien hecho.
Fonseca planeó esta sorpresa con mucho tiempo de anticipación y se dedicó a buscar opciones de carros para Franco, sin que ninguna le convenciera del todo.
Hasta que encontró un Duna en perfectas condiciones y sin pensarlo más lo compró.
Al día siguiente, Eduardo invitó a Franco a comer después del trabajo. Le dijo que irían por sándwiches pero al llegar Franco se encontró con su nuevo auto.
«Yo fui empleado toda mi vida y dije ‘no voy a ser como fueron conmigo. Voy a ser un jefe diferente…Quiero que todos tiermos de la misma forma.
Si yo progreso, ellos tienen que progresar conmigo», dijo Fonseca.