Científicos advierten que los hipopótamos importados por el capo de la cocaína hace décadas se están apoderando de las marismas de Colombia, y que la situación empeorará.
La fauna de los lagos colombianos está gravemente amenazada luego de que Pablo Escobar introdujo una especie invasora: los hipopótamos.
Este mes de enero, un equipo de científicos ha publicado un estudio en la revista Biological Conservation, advirtiendo que los hipopótamos importados por el capo de la cocaína hace décadas se están apoderando de las marismas de Colombia, y la situación empeorará, si los funcionarios no se deshacen de las criaturas.
Aunque los hipopótamos no son una especie endémica de Colombia, en la actualidad cerca de 70 ejemplares caminan libremente por la Hacienda Nápoles.
Durante la década de los 80, junto con ellos convivieron rinocerontes, jirafas y cebras, así como estatuas monumentales de dinosaurios.
En su máximo esplendor, Pablo Escobar compró una finca amplia donde poder descansar. En ésta, mandó construir un campo de futbol de tamaño profesional y una plaza de toros para su uso particular. Incluso, disfrutaba de coleccionar animales exóticos, a quienes dio hogar, sustento y cuidado.
Hipopótamos a la deriva tras muerte de narcotraficante
Escobar perdió la vida a manos del gobierno colombiano en 1993. Fue entonces que las autoridades tomaron control de su propiedad, y reubicaron a las especies que el narcotraficante tenía bajo su cuidado a zoológicos locales.
Por desgracia, los hipopótamos de Pablo Escobar no pudieron ser talados y representaron un problema: siempre fueron animales agresivos, por lo que moverlos de su sitio representaba un riesgo importante.
Pasó el tiempo y los animales empezaron a dispersarse en la Hacienda Nápoles, formaron una población salvaje en los lagos artificiales del lugar hasta llegar al Río Magdalena.
A la fecha, hay más de 70 ejemplares en las inmediaciones de la propiedad, que representan un riesgo latente para las especies acuáticas de estos ecosistemas.
Hábitos sanitarios nocivos
Además de no ser oriundos de América Latina, sus hábitos sanitarios son nocivos para la fauna tropical colombiana.
Por su parte, Jonathan Shurin, biólogo de la Universidad de California en San Diego, aseguró a Los Angeles Times que Colombia se enfrenta a un grave problema de excremento:
“Solo comen en tierra. Luego entran al agua y cagan todo el día”.
Originalmente, los hipopótamos de Pablo Escobar fueron importados de África, donde este comportamiento es benéfico, porque aporta nutrientes a la tierra. Pero, lo que el narcotraficante nunca imaginó es que a esta especie le asentaría muy bien el calor de su país, y se reproducirían a niveles alarmantes para otras especies que sí son de Colombia.
Cabe señalar que los niveles de agua son menos variables en Colombia, razón, por la que cada que un hipopótamo defeca en las aguas del Río Magdalena, las heces se estancan.
Ante esta situación, el gobierno colombiano está pensando en medidas para terminar con esta problemática. Entre las opciones, han considerado es sacrificar a algunos de los ejemplares, para que la población pueda controlarse.
Esta medida ha causado revuelo entre activistas de la conservación y científicos por igual, ya que los hipopótamos escasean en otras regiones del mundo.
Otra alternativas es esterilizar algunos de los hipopótamos existentes, para evitar su reproducción.
Sin embargo, es una realidad que el gobierno debe de tomar una resolución pronto, ya que las heces de estos animales pueden conducir a problemas como la producción excesiva de un tipo específico de algas, similares a las que forman las mareas rojas.
Al día de hoy, sin embargo, todavía no se ha tomado una decisión sobre el destino de estos mamíferos masivos, mientras la emergencia medioambiental continúay amenaza con empeorar.
FUENTE: Quinta Fuerza