Revuelo social en la capital de Alemania. Este sábado, un grupo de manifestantes intentó asaltar el Reichstag, el Parlamento alemán, en medio de protestas masivas contra las medidas restrictivas para frenar el avance del coronavirus.
El incidente ha sido condenado por los políticos de todo el espectro ideológico.
Los manifestantes, muchos simpatizantes de la extrema derecha, se saltaron el cordón de seguridad y subieron por las escalinatas del Parlamento hasta que la policía les dispersó.
El ministro de Interior declaró que hay «tolerancia cero» con este tipo de comportamientos.
Alrededor de 38 mil personas participaron en la manifestación, que fue mayoritariamente pacífica.
¿Qué pasó en el Parlamento alemán?
Los que intentaron irrumpir en el Reichstag llevaban la bandera del antiguo imperio alemán. Esta insignia es usada con frecuencia por un grupo de extrema derecha llamado Reichsbürger.
Según la policía, cientos de ellos lograron rebasar el cordón policial y corrieron hasta la entrada del edificio.
Fue cuando estalló la refriega y el despliegue policial dispersó la movilización empleando gas pimienta. Varias personas fueron detenidas.
La policía fue criticada por la escasez de efectivos, pero esta se defendió diciendo que «no podía estar en todos lados todo el tiempo».
«El Reichstag es la sede de nuestro Parlamento y el centro simbólico de nuestra democracia. Es intolerable que problemáticos y extremistas lo malversen para sus propósitos», declaró el ministro de Interior Horst Seehofer.
A su condena se unió la del presidente Frank Walter y la del vicecanciller socialdemócrata Olaf Scholz.
¿Qué pasó durante la manifestación?
En principio, la protesta había sido vetada, pero una orden judicial permitió que saliera adelante con la condición de que se tomaran medidas de protección contra el virus como el uso de mascarillas y el respeto a la distancia social.
Cerca de 300 personas fueron arrestadas en varios puntos de Berlín. Doscientos de ellos después de que agitadores de extrema derecha lanzaran piedras y botellas cerca de la Puerta de Brandenburgo, uno de los símbolos históricos más reconocibles de la capital alemana.
A lo largo del día, la policía dispersó la manifestación porque no se estaban respetando las medidas contra el coronavirus.
Los manifestantes se amontonaron en varios lugares.
Entre los arrestados se encontró el conspiracionista Attila Hildman, quien motivaba a las masas usando un altavoz.
Aunque por el momento Alemania no se enfrenta a una nueva ola de casos de coronavirus como otros países de Europa, su tasa de infectados está en aumento. El número de nuevos casos está alcanzando niveles que no se veían desde abril.
¿Quién organizó las protestas?
La manifestación la organizó el movimiento Querdebken 711. Este grupo está radicado en la ciudad de Sttutgart, tiene más de 16 mil seguidores en Facebook y se comunica a través de mensajes encriptados en el servicio de mensajería instantáneo Telegram.
El grupo considera que las regulaciones vulneran derechos básicos y libertades protegidas en la Constitución alemana.
Las protestas también ganaron el apoyo de Robert F. Kennedy Junior, activista antivacunas e hijo del candidato presidencial demócrata Robert F. Kennedy y sobrino del presidente estadounidense John F. Kennedy, ambos asesinados en el pasado.
En la manifestación también se han podido ver eslóganes y banderas vinculados a la teoría conspirativa Qanon.
Familias y niños acudieron a la manifestación. Algunas personas dijeron que simplemente querían preservar el derecho a protestar.
A la calle también salieron individuos recriminando las protestas. Alrededor de 100 personas gritaron a los participantes que «estaban marchando junto a nazis y fascistas», de acuerdo a la cadena RBB.
¿Cómo son las medidas anticovid-19 en Alemania?
El país ha sido uno de los más efectivos a la hora de prevenir, detectar, contener y tratar la epidemia.
Hasta este domingo 30 de agosto había registrado unos 242.000 casos y 9.297 fallecidos, lejos de las cifras de países como Rusia, Reino Unido, España, Francia e Italia.
Las autoridades flexibilizaron las medidas de distanciamiento social a comienzos de abril, pero continuaron con el rastreo de infecciones, que ahora están repuntando.
Este jueves, la canciller Angela Merkel impuso una multa mínima de US$60 por no usar mascarillas faciales en los momentos obligatorios.
Además, los eventos públicos masivos están vetados hasta el próximo año.
FUENTE: El Universal