PROTESTAS EN LOS ÁNGELES DEJAN MÁS DE 200 DETENIDOS, CRECE LA TENSIÓN POR REDADAS MIGRATORIAS: TRUMP Y NEWSOM SE ENFRENTAN MIENTRAS AUMENTAN LOS OPERATIVOS Y LAS MOVILIZACIONES EN EL PAÍS
Las autoridades de Los Ángeles arrestaron a más de 200 personas durante la primera noche del toque de queda impuesto en el centro de la ciudad, en medio de intensas protestas contra las medidas migratorias del presidente Donald Trump. Aunque la jornada fue menos violenta que días anteriores, la policía recurrió al uso de proyectiles de control de multitudes para dispersar a cientos de manifestantes.
El toque de queda, que cubre un área de 2.5 kilómetros cuadrados donde se han concentrado las protestas desde el viernes, busca frenar actos de vandalismo y saqueo provocados por grupos ajenos a las manifestaciones pacíficas. La ciudad de Los Ángeles, con una extensión de más de mil 200 kilómetros cuadrados y más de 4 millones de habitantes, ha sido epicentro de los reclamos.
La alcaldesa Karen Bass acusó al gobierno federal de generar miedo con redadas migratorias en lugares de trabajo y zonas públicas. “Cuando separas a padres de sus hijos y recorres nuestras calles con caravanas blindadas, no estás protegiendo a nadie. Estás sembrando pánico”, declaró.
La Guardia Nacional ha desplegado cerca de 2 mil efectivos en la ciudad, con refuerzos en camino. Unos 700 marines se unirán a las operaciones tras completar su entrenamiento, mientras que otros 2 mil soldados estarán en las calles para el jueves, según el general de división Scott Sherman.
El gobernador de California, Gavin Newsom, acusó a Trump de iniciar una “redada militar” sin el consentimiento de los gobiernos locales y presentó una solicitud judicial para frenar el apoyo militar a los agentes de inmigración. Un juez federal ha fijado una audiencia de emergencia para el jueves.
Las protestas comenzaron luego de redadas que resultaron en decenas de detenciones en centros de trabajo. Desde entonces, miles se han manifestado frente al Ayuntamiento y a centros de detención federales. Algunos eventos se tornaron violentos, incluyendo el bloqueo de autopistas y la quema de vehículos, lo que provocó la intervención policial con gases lacrimógenos y balas de goma.
En paralelo, las protestas se han extendido a otras ciudades como Nueva York, Chicago, Dallas y Austin, donde también se han reportado enfrentamientos y arrestos. En Nueva York, 86 personas fueron detenidas. En Chicago, una mujer fue atropellada durante las manifestaciones. En Texas, tropas de la Guardia Nacional permanecen en alerta.
El Departamento de Justicia informó que dos personas acusadas de lanzar cócteles molotov enfrentan cargos federales. Uno de ellos es ciudadano estadounidense; el otro se encontraba en el país con visa vencida. “Vamos a buscar a cada persona que intentó causar disturbios”, advirtió el fiscal federal Bill Essayli.
El presidente Trump, por su parte, defendió el despliegue militar y aseguró en Truth Social que “la ciudad estaría ardiendo hasta los cimientos” de no haber intervenido. También calificó a los manifestantes como “animales” y “enemigos extranjeros”, provocando una dura respuesta del gobernador Newsom, quien alertó sobre el inicio de un “ataque a la democracia”.
Mientras tanto, los operativos del ICE continúan en bibliotecas, tiendas, lavaderos de autos y zonas escolares, lo que ha obligado a algunas escuelas a transmitir sus ceremonias de graduación por Zoom ante el temor de detenciones.
Según la policía, la mayoría de los arrestos han sido por no dispersarse, aunque también se han registrado detenciones por saqueo, agresiones y posesión de armas. Al menos siete agentes han resultado heridos desde el inicio de las protestas.