REDACCIÓN MACRONEWS.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanzó una seria advertencia este viernes 5 de septiembre de 2025 al declarar que cualquier eventual despliegue de tropas extranjeras en Ucrania se convertirá en un “objetivo legítimo” de ataque por parte de Moscú. Sus declaraciones llegan en medio de las discusiones sobre las garantías de seguridad para Kiev y tras el anuncio del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de que más de 20 naciones están dispuestas a enviar tropas una vez concluya la guerra.
“Si se despliegan tropas allí, especialmente ahora, durante operaciones militares, asumimos que serán objetivos legítimos que pueden ser destruidos”, advirtió Putin en un mensaje directo a la comunidad internacional. La amenaza se produce después del encuentro en París de la llamada Coalición de los Voluntarios, integrada en su mayoría por países europeos, donde se discutieron garantías posbélicas para Ucrania, incluyendo fuerzas internacionales terrestres, marítimas y aéreas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aclaró que algunos Estados ofrecerían garantías sin presencia directa en suelo ucraniano, mediante entrenamiento y equipamiento a las fuerzas de Kiev. No obstante, Zelenski reiteró que se analiza el despliegue de miles de soldados extranjeros, subrayando que se trata de una medida clave para consolidar la seguridad de su país en el periodo de posguerra.

El trasfondo de esta tensión radica en la desconfianza hacia Moscú. Kiev recuerda los incumplimientos rusos de acuerdos anteriores, como los firmados tras la guerra del Donbass en 2014, cuando Rusia anexó Crimea. Para Ucrania y sus aliados, la actual guerra demuestra que sin garantías internacionales sólidas no se puede confiar en la palabra de Putin, quien insiste en considerar a Ucrania parte de la “geografía histórica rusa”.
Mientras tanto, líderes europeos como António Costa, presidente del Consejo Europeo, confirmaron que una delegación viajará a Washington en los próximos días para coordinar nuevas sanciones con Estados Unidos contra Rusia. La meta es aumentar la presión económica y política sobre el Kremlin con el fin de encaminar a Moscú hacia una negociación que no solo implique un alto al fuego, sino un acuerdo de paz duradero.
La prolongación del conflicto, que ya suma más de tres años desde la invasión iniciada el 24 de febrero de 2022, mantiene al mundo en vilo. El equilibrio entre la necesidad de garantías para Ucrania y las amenazas de Rusia convierte cualquier acuerdo en una misión diplomática cada vez más compleja.
























