El artículo describe la difícil situación que enfrentan los soldados ucranianos en el frente de guerra contra Rusia, en el contexto de un conflicto que ha llegado a su cuarto invierno. En un episodio particular, un pequeño grupo de soldados ucranianos quedó atrapado y rodeado por las fuerzas rusas, que habían logrado infiltrarse detrás de sus líneas defensivas. Aunque los soldados mantenían la posición, los suministros, como municiones y provisiones, se agotaban rápidamente, y cualquier intento de enviar refuerzo.
La guerra se ha intensificado y se ha vuelto más desafiante para las fuerzas ucranianas. El capitán Viacheslav, comandante de una unidad de drones, destacó que las brigadas que llevan mucho tiempo luchando están agotadas, y la falta de infantería de combate, junto con la escasez de comandantes experimentados, está afectando gravemente la efectividad de las tropas. La escasez de personal capacitado ha dejado a las unidades ucranianas luchando contra un enemigo que las supera en número y fuerza. En este contexto, Ucrania ha recibido apoyo de Estados Unidos, que autorizó el uso de misiles ATACMS para atacar objetivos estratégicos en Rusia, como depósitos de municiones. Sin embargo, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos genera incertidumbre sobre el futuro apoyo militar, lo que añade una capa de tensión sobre las decisiones en el frente
Los soldados ucranianos están luchando bajo condiciones extremadamente duras. En algunos tramos del frente, enfrenta una relación de más de seis rusos por cada soldado ucraniano, y las fuerzas ucranianas se ven limitadas por la falta de artillería y de armas de medio y largo alcance, necesarias para atacar los centros de mando y las líneas. logísticas rusas. La artillería, como los sistemas HIMARS proporcionados por Estados Unidos, ha disminuido notablemente en las últimas semanas, lo que ha obligado a los soldados a depender más de los drones, que ahora representan más del 80% de las pérdidas rusas en el campo de batalla. . Sin embargo, estos drones no pueden reemplazar la infantería, ya que no pueden detener al enemigo de manera efectiva en combates cercanos.
Las fuerzas rusas han concentrado gran parte de sus esfuerzos en capturar a Kurájove, un último bastión ucraniano en el sur de la región de Donetsk, y abrir un camino hacia la ciudad estratégica de Pokrovsk. A pesar de los avances rusos, los soldados ucranianos siguen infligiendo grandes bajas al enemigo. En algunos enfrentamientos, como el que describió el sargento mayor Vasyl, las fuerzas rusas han sufrido grandes pérdidas al intentar asaltar posiciones ucranianas, con más de 200 soldados muertos en un solo día. Sin embargo, a pesar de estas bajas rusas, el terreno finalmente ha sido tomado por las fuerzas de Moscú, lo que plantea la duda de si la lucha puede detenerse mientras las fuerzas rusas sigan dispuestas a sacrificar tantas vidas para avanzar.
Los combates cuerpo a cuerpo y el uso intensivo de drones para atacar a las tropas rusas en el campo de batalla ilustran la brutalidad del conflicto. Sin embargo, la falta de artillería y la escasez de tropas siguen siendo un desafío grave. Además, los soldados ucranianos señalan que la falta de una comunicación eficaz y los problemas logísticos están dificultando la coordinación en el frente, lo que incrementa el riesgo de confusión y errores en medio de los intensos combates. La falta de comunicación también se refleja en la dificultad para confirmar la identidad de las fuerzas enemigas en el campo, lo que puede resultar fatal en un enfrentamiento dire.
A medida que las tropas ucranianas luchan por mantener sus líneas defensivas, la guerra se intensifica. Se están construyendo nuevas trincheras, colocando trampas para tanques, talando árboles y sembrando minas en los campos fértiles para frenar el avance ruso. Sin embargo, la falta de personal sigue siendo un obstáculo crítico. Las brigadas, que normalmente controlan áreas de cinco kilómetros, a veces se ven obligadas a cubrir frentes mucho más grandes, lo que pone más presión sobre las tropas y reduce su capacidad de respuesta. Además, las bajas ucranianas continúan aumentando, y la escasez de veteranos experimentados hace que las unidades recién llegadas puedan cuidar de la orientación
En resumen, la situación para las fuerzas ucranianas en el frente es desesperada. Superados en número, con recursos limitados y una falta de personal capacitado, los soldados continúan luchando ferozmente para frenar el avance ruso, pero las dificultades logísticas, la escasez de artillería y las intensas bajas están mermando su capacidad para mantener una defensa efectiva. A pesar de los esfuerzos ucranianos por detener a las fuerzas rusas, la guerra sigue siendo implacable y la incertidumbre sobre el futuro apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos, hace que la situación
FUENTE: NYTIMES