Estás en un bar de la zona hotelera; llegan tus amigos y todos deciden tomar, por rondas, la misma cantidad de alcohol, pero al cabo de unas copas unos ya sienten ebrios y algunos lucen aún sobrios, ¿cómo es posible?
No todas las personas reaccionan igual al alcohol. Pero no se debe sólo a la cantidad de copas que tomaron, sino a su propio organismo, los efectos inmediatos pueden variar, dependiendo de tu estado general de salud y de qué tan frecuentemente tomas, advierte el portal web BBC Mundo.
Pero también hay una serie de características biológicas y físicas, documentadas por la ciencia, que influyen en cómo nuestro cuerpo reacciona a la bebida.
Si eres mujer, es más probable que sientas los efectos del alcohol que si eres hombre.
Las mujeres son, generalmente, de menor tamaño que los hombres y tienen un mayor porcentaje de grasa corporal.
El alcohol no es bien absorbido por el tejido graso, por eso en las mujeres se acumula una mayor concentración de éste en la sangre, con efectos más fuertes.
Personas de edad avanzada
A medida que envejeces, disminuye tu resistencia a la bebida. La gente de más edad suele tener menos cantidad de agua en el cuerpo que la gente joven, lo cual significa que el alcohol se acumula a una concentración más alta.
Además, tus células se vuelven más sensibles al alcohol con la edad, por eso órganos como el cerebro sienten los efectos del alcohol más rápidamente.
Sin embargo, eso no significa que los bebedores más jóvenes siempre reaccionen mejor al alcohol, de hecho, algunas investigaciones sugieren que el alcohol es especialmente peligroso para el cerebro de la gente joven, pues todavía está en desarrollo.
Personas grandes o con sobrepeso
Si tienes una constitución grande o tienes sobrepeso, es posible que hayas notado que puedes tomar más que tus amigos de menor tamaño sin llegar a embriagarte.
Esto se debe a que tienes más sangre en tu cuerpo, por lo que la misma cantidad de alcohol se diluye mejor, causando menos estragos en el cerebro y en otros órganos que en personas más pequeñas.
Además, si tienes un cuerpo grande, tu hígado también es mayor y puede procesar la misma cantidad de alcohol más rápidamente.
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Grupos étnicos
Para algunos orientales el problema no es tan sólo la embriaguez, sino otros efectos del alcohol. El causante es un subproducto tóxico de la descomposición del alcohol, el acetaldehído.
El hígado tiene que trabajar duro para deshacerse de este producto químico tóxico, pero si tienen una variante particular de un tipo de gen, eso sucede muy lentamente. Entonces, el acetaldehído se acumula rápidamente, causando dolor y es mucho más perjudicial que el alcohol en sí mismo.
Cuando se concentra en el cuerpo, hace que la cara se enrojezca, da dolor de cabeza, y provoca náuseas y palpitaciones.
Cualquier persona puede tener este tipo de gen, sea cual sea su origen étnico, pero es particularmente habitual entre las personas asiáticas.
¿Cuál es tu límite?
Algunas personas están ebrias con una bebida (4%), otras resisten a dos (11%), tres (21%) o cuatro y más (63%), según un reciente estudio de la Encuesta Nacional de Alcohol de los Estados Unidos(NAS, por sus siglas en inglés).
Cada bebida equivale a una lata de cerveza o a una copa de vino de 150 mililitros. ¿En qué lugar estas tú? ¿Conoces tu límite?
Fuente: Sipse