El rey Carlos III ha comenzado su tratamiento para el cáncer que padece. Mientras tanto es su primogénito, Guillermo, quien ha asumido parte de sus funciones reales. Sin embargo, el príncipe heredero también está al tanto de la salud de su esposa, Kate Middleton, quien hace un mes se sometió a una cirugía abdominal y actualmente se recupera de un complicado postoperatorio.
Desde que se anunció la cirugía, el misterio ha rodeado el estado de salud de la princesa de Gales. A petición de la propia princesa, no se ha revelado el motivo de la intervención ni cómo ha sido su recuperación, lo que ha dado pie a numerosos rumores. Sin embargo, todo apunta a una mejoría, pues la princesa ha abandonado Adelaide Cottage, donde permanecía tras su operación, para pasar unas vacaciones más al norte del país.
Según informó The Daily Mail, la princesa de Gales, de 42 años, se trasladó hace unos días a Armer Hall, la casa familiar en Sandringham Estate, Norfolk. Allí se reunió con sus hijos -George (10), Charlotte (8) y Louis (5)-, quienes actualmente están disfrutando de unos días de vacaciones por su calendario escolar.
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«Se está recuperando bien», confirman unas fuentes al citado medio. «Estaba deseando cambiar de aires y podrá tomarse las cosas con calma en Norfolk». En la finca se encuentra también el rey Carlos, quien se trasladó al lugar el pasado martes para continuar con su tratamiento contra el cáncer.
La princesa de Gales se ha trasladado a Norfolk a disfrutar de unas vacaciones junto a sus hijos
Se desconoce si la princesa de Gales permanecerá en Sandringham hasta la Semana Santa o regresará a su refugio de Adelaide Cottage, en Windsor, donde ha estado hasta el momento recuperándose de su operación. En cualquier caso, no se prevé que reaparezca en público hasta después de las fiestas de Pascua.
Su hermana, Pippa Middleton, también ha mostrado indicios que han dado que pensar que su hermana mayor se encuentra mucho mejor. La menor de los Middleton, su marido, James Matthews; y sus tres hijos, también habrían decidido marcharse a disfrutar de unas pequeñas vacaciones. En su caso, en la turística Eden Rock, en Saint Barthélemy, en el Caribe francés.
El príncipe Guillermo hablaba hace unos días en público por primera vez de los problemas de salud de su familia. El heredero al trono británico, de 41 años, agradeció al público sus «amables mensajes de apoyo».
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El heredero se alejó temporalmente de sus deberes públicos el mes pasado para ayudar a cuidar a su esposa y sus tres hijos tras su operación por una condición no revelada. Sin embargo, el deber le obligó a reaparecer tras el diagnóstico de cáncer de su padre a principios de esta semana.
La situación y el estado de salud del rey y la princesa de Gales llegan en un momento incómodo para la Casa de Windsor, pues con dos de los miembros más visibles de la familia enfermos, será más difícil mantenerse al día en sus compromisos.
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El príncipe Enrique, hijo menor del monarca, ya se ha reunido con su padre tras el anuncio del diagnóstico de su enfermedad. Un encuentro que generaba esperanzas de que ambos pudiesen reparar su problemática relación después de que el príncipe y su esposa, Meghan Markle, abandonasen sus deberes reales en 2020 y se mudasen California.
Fuente: La vanguardia
