Tijuana, BC.- Ver el tráfico del Bulevar Cuauhtémoc Norte y Sur y haber es una de las primeras sensaciones de Luis Manuel después de ser deportado de Los Angeles, California, a Tijuana.
Durante 23 años vivió en un cárcel estadounidense, la cual considera es su mejor escuela de vida porque aprendió computación, mecánica, construcción, habilidades de comunicación, y una de sus etapas especiales fue convertirse en guía de adolescentes con problemas de ira y delincuencia.
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Ellos eran como yo, yo fui a la cárcel desde los 10 años entraba y salía, pero me dieron vida en la cárcel y me estaban ayudando, a los niños no les iba a cambiar su vida totalmente, porque es su derecho, pero les daba herramientas para mirar las cosas buenas y malas”,
Dijo.
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Tijuana
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Ayer, por primera vez, el paisano pudo sentirse completamente libre y platicar con mujeres y hombres sin estar tras las rejas.
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También se llenó de emoción al comer por primera vez auténtica comida mexicana, la cual se le ofreció en el albergue federal Flamingos Eventos, en donde son recibidos los connacionales deportados en la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Casi lloraba porque nunca había comido comida ni había mirado a la gente libre. Siento mucha emoción porque recuperé mi libertad, no importa que sea en México, porque aquí nací, me llevaron al ‘Otro Lado’ a los ocho meses”,
Contó Luis Manuel.
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De Estados Unidos solo trajo una caja llena de materiales didácticos y de diversión; además del dibujo de sus padres, a quienes plasmó en medio de una águila como la del escudo nacional de México.
Luis Manuel, de 50 años de edad, y con deseos de iniciar una nueva vida en México tiene el propósito de trabajar en una oficina y enseñar el idioma inglés.
FUENTE: EL IMPARCIAL
