El Gobierno del republicano Donald Trump dijo este martes que levantará de forma inmediata su suspensión a la ayuda militar y de inteligencia a Ucrania, después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, se mostrara abierto a un alto al fuego de 30 días con Rusia durante sus conversaciones de paz en Arabia Saudita.
«Nuestra posición es absolutamente clara: Ucrania ha buscado la paz desde el primer segundo de esta guerra», dijo Zelenskyy después en un mensaje a los ucranianos, «queremos hacer todo lo posible para lograr la paz de la forma más rápida y fiable posible, para que la guerra no vuelva nunca más”.
El presidente ucraniano explicó que su propuesta a EE.UU. tenía tres puntos clave: “Silencio en los cielos –sin misiles, bombas ni drones de largo alcance–, silencio en el mar, y medidas reales de creación de confianza en este proceso diplomática, ante todo, la liberación de nuestros prisioneros de guerra y civiles, así como la devolución de los niños ucranianos llevados a la fuerza a Rusia”.
Negociaciones de paz en Arabia Saudita
Altos oficiales de Ucrania y Estados Unidos iniciaron conversaciones hoy sobre cómo poner fin a la guerra de tres años con Rusia, horas después de que las defensas aéreas rusas derribaran más de 300 drones ucranianos en el mayor ataque de este tipo desde que el líder ruso, Vladimir Putin, ordenara la invasión del país vecino.
Se espera que el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, viaje a finales de esta semana a Moscú, donde podría reunirse con Putin, según una persona familiarizada con el asunto. Rusia todavía no ha respondido a la oferta de tregua de Zelenskyy a Estados Unidos.
Al menos dos personas murieron y 18 resultaron heridas, entre ellas tres menores, en el ataque masivo en 10 regiones rusas, según las autoridades rusas. Por su parte, Rusia lanzó 126 drones kamikaze y un misil balístico contra Ucrania, según la fuerza aérea ucraniana.
Ucrania explicó que el ataque con drones golpeó «objetivos estratégicos en Rusia implicados» en la guerra contra su país, en particular refinerías que abastecen cerca de la mitad de la gasolina que se usa en Moscú, y otras instalaciones petroleras. Admitió además que resultaron dañadas infraestructuras civiles rusas.

La mayoría de los drones ucranianos disparados durante la noche –126 de ellos– fueron derribados sobre la región de Kursk, al otro lado de la frontera con Ucrania, parte de la cual controlan las fuerzas ucranianas, y 91 fueron derribados sobre la región de Moscú, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, declaró que más de 70 drones tenían como objetivo la capital rusa y fueron derribados cuando volaban hacia ella, lo que supone el mayor ataque contra la capital en lo que va de guerra. El gobernador de la región de Moscú que rodea la capital, Andrei Vorobyov, indicó que el ataque dañó varios edificios residenciales y varios coches.
Negociaciones de paz en Arabia Saudita
En la ciudad portuaria saudita de Jeddah, entre tanto, junto al mar Rojo, una delegación ucraniana se reunió con el secretario de Estado, Marco Rubio. para negociar sobre el final del conflicto, el más grave en Europa desde la II Guerra Mundial. Entre los oficiales ucranianos estaban su principal diplomático y jefe de Defensa.
El asesor presidencial ucraniano Andriy Yermak, que también participaba en las conversaciones, aseguró a los periodistas que lo más importante era “cómo lograr una paz justa y duradera”, y agregó que las garantías de seguridad son importantes para evitar que Rusia vuelva a invadir el país en el futuro.

En 2014, Rusia arrebató militarmente Crimea a Ucrania y apoyó a las milicias pro-rusas en el este del país, que se apoderaron de grandes franjas de las regiones de Donetsk y Luhansk y lucharon contra las fuerzas ucranianas durante los ocho años siguientes.
En Moscú, el portavoz del régimen ruso, Dmitry Peskov, precisó que Estados Unidos informará a Rusia sobre las conversaciones de Yeda, lo que calificó como una “práctica normal”.
Arreglar las relaciones entre EE.UU. y Ucrania
La reunión en Jeddah ofreció a los funcionarios ucranianos la oportunidad de reparar la relación con la Administración de Donald Trump después de una discusión sin precedentes en la visita del presidente, Volodymyr Zelenskyy, a la Casa Blanca el 28 de febrero.
Ucrania necesitaba persuadir a Estados Unidos para que pusiera fin a la suspensión de la ayuda militar y de inteligencia tras la discusión en el Despacho Oval. Funcionarios ucranianos adelantaron el lunes a la agencia de noticias The Associated Press que propondrían un alto al fuego que abarque el mar Negro, lo que aportaría más seguridad a la navegación, así como los ataques con misiles que han alcanzado a civiles en Ucrania, y la liberación de prisioneros.
Agregaron que Ucrania está dispuesta a firmar un pacto con Estados Unidos sobre el acceso a los minerales de tierras raras de Ucrania, un acuerdo que Trump está muy interesado en lograr.

Rusia, que no ha ofrecido públicamente ninguna concesión para la paz, ha dicho que cesarían las hostilidades a condición de que Ucrania abandone su intento de ingresar en la OTAN y reconozca como rusas las regiones que ya ocupa. Rusia ha capturado casi una quinta parte del territorio ucraniano desde que comenzó la guerra.
Las fuerzas rusas han mantenido el impulso del campo de batalla durante más de un año, presionando en puntos seleccionados a lo largo de la línea del frente de 600 millas, especialmente en la región de Donetsk, donde el ejército ucraniano está cansado y sin armas.