Todos la conocían como Vika y la guerra fue su tema: desde el inicio de la invasión rusa, la periodista ucraniana Viktoria Roshchyna se enfrentó al peligro para informar sobre las historias humanas que surgían en los territorios ocupados de Ucrania. La valentía de la joven de 27 años le costó la vida. Hace dos años Roshchyna cayó en manos rusas y no volvió a salir.
Después de 15 meses de torturas en la prisión rusa de Taganrog, se cree que la periodista falleció durante su traslado a Moscú el pasado otoño. Ahora, debería encontrar su descanso en Kiev donde finalmente ha sido enterrada en el conocido cementerio Bajkowe.
Se supo que había muerto el 10 de octubre de 2024. Vika, habría desapareció durante un viaje a los territorios de Ucrania ocupados por Rusia. Aunque estaba prevista para ser liberada en uno de los intercambios de prisioneros, esto nunca llegó a pasar.
De última y como un ‘soldado desconocido’
No fue hasta el 14 de febrero de este año, que Rusia devolvió su cuerpo a Ucrania junto con 756 soldados caídos y lo hizo con el frío número 757 y la nota “persona masculina no identificada”. Viktoria Roshchyna fue la última en ser entregada. Según el portal web ucraniano Graty, el padre de la periodista fue informado en una carta del Ministerio de Defensa ruso de que su hija falleció el 19 de septiembre de 2024.
Periodistas de investigación fundaron el proyecto internacional Viktoriia Project para indagar más sobre el caso que indignó al gremio periodístico y a una nación. El proyecto fue iniciado por la red de periodistas Forbidden Stories, con la participación de los principales medios de todo el mundo, entre ellos el diario digital Ukrajinska Prawda.
Según el equipo de investigación, al recibir en febrero los cuerpos de los soldados caídos, patólogos ucranianos determinaron que el cadáver con el número 757 correspondía a una mujer. Un examen realizado por investigadores de la Fiscalía General arrojó una coincidencia del 99% con el ADN de la periodista Viktoria Roshchyna.
Las huellas de la tortura
Sin embargo, “debido al estado del cadáver y a su momificación no se pudo determinar la causa de la muerte en el examen forense”, declaró en abril Yurij Bielousow, jefe de la sección de guerra de la Fiscalía General. Según él, en el cuerpo se hallaron numerosas señales de tortura y malos tratos, entre ellas abrasiones y hemorragias en varias partes del cuerpo, así como una costilla rota. Los forenses también determinaron que Vika también fue sometida a posibles descargas eléctricas, lo que sí es seguro es que “las lesiones le fueron infligidas en vida, y esto apoya la teoría de que fue torturada” concluyó Bielousow.
Otro hallazgo forense en el cadáver de Roshchyna es que ya se había practicado una autopsia en Rusia. Los periodistas del Viktoriia Project revelaron que al cadáver le faltaban algunos órganos internos: el cerebro, los globos oculares y parte de la tráquea. Un patólogo experto indicó a los investigadores que la ausencia de estos órganos podría haber tenido el propósito de ocultar que Roschtschyna murió por estrangulamiento o asfixia.
De la captura a su destino
No era la primera vez que Vika había caído prisionera de Rusia: en marzo de 2022 fue arrestada por el servicio de seguridad ruso en la ciudad portuaria de Berdjansk y posteriormente encarcelada. Se le acusó entonces de espionaje. Sin embargo, diez días después la joven reportera fue liberada en un intercambio de prisioneros por soldados rusos y Vika regresó a seguir su trabajo periodístico en Zaporiyia. Paradójicamente, su investigación buscaba revelar los centros clandestinos de detención rusos donde surgían denuncias de torturas.
Sin embargo, hace dos años desapareció de nuevo durante un viaje a los territorios ocupados, de los que nunca regresó. Su familia perdió el contacto con ella el 3 de agosto de 2023, y durante casi un año Roschtschyna estuvo considerada como desaparecida. No fue hasta mayo de 2024 cuando Rusia confirmó oficialmente su detención.
Su convicción indomable
Entre sus colegas, su muerte causó consternación y gran conmoción. Según Tetjana Kosak, editora jefe del portal Graty, Vika era “valiente y se mantuvo firme en sus convicciones”. Fue una periodista talentosa que tenía un gran futuro profesional por delante. Sin embargo, “con la guerra llegó a ser indomable, feroz con la verdad y así fue que cayó en su primera detención”, añadió Kosak.
“Vika fue una de las periodistas más difíciles con las que he trabajado”, escribió Jewhen Buderazkyj, subdirector de Ukrajinska Prawda. A veces Roshchyna era insoportable; se tomaba cada corrección de forma personal, pero “siempre se mantuvo fiel a sí misma como periodista. No había forma de detenerla cuando se proponía algo”, añadió Buderazkyj, quien no tiene dudas: “Rusia la mató, por mucho que ellos digan lo contrario”.
Roschtschyna estaba apenas al inicio de su carrera. Llevaba poco más de seis años como periodista. Era considerada una periodista crítica y decidida. En 2022 la International Women’s Media Foundation le otorgó el Courage in Journalism Award por su cobertura de la invasión rusa de Ucrania.
Condecoración póstuma
En mayo, el parlamento ucraniano solicitó al presidente Volodímir Zelenski que concediera a Viktoria Roschtschyna, a título póstumo, el título de “Heroína de Ucrania”. 246 diputados votaron a favor. “Todas las investigaciones pertinentes están en curso. Tan pronto concluyan, el presidente otorgará a Viktoria Roshchyna la condecoración estatal. La decisión correspondiente ya está tomada”, confirmó la presidencia.
En medio de la pena, Ucrania honrará su valor otorgándole póstumamente la Orden de la Libertad. Esta distinción se otorga por el coraje cívico y el patriotismo, así como por el “desinteresado compromiso en la defensa de la soberanía e independencia del Estado ucraniano y de los derechos y libertades constitucionales de las personas”.
Fuente: DW