Cada vez más quintanarroenses están comenzando a voltear a las medicinas o tratamientos alternativos como la Ozonoterapia o la inyección de plasma para aliviar el dolor de rodillas, aunque sus beneficios aún no han sido comprobados con rigor científico.
“Lo hacen por desesperación, porque es lo único que le da esperanza frente a un sistema de salud colapsado y clínicas privadas exageradamente caras. El problema es que en muchas ocasiones generan más complicaciones de las que curan”, dice la cirujana ortopedista Elí Carolina Peña García.
Detalla que en una reciente encuesta que realizaron en los municipios de Solidaridad, Tulum Y Benito Juárez, seis de cada 10 personas respondieron que han considerado este tipo de tratamientos, tras decepcionarse del sistema de salud pública que no les da la atención adecuada, y del privado que les cobra hasta 40 mil pesos sólo por pasar la noche en sus hospitales.
La especialista, quien forma parte de un grupo de 2 mil profesionistas de la salud que a nivel nacional han solicitado la regulación de este tipo de tratamientos, explica que cuando tienen suerte los pacientes sólo reciben un alivio momentáneo, aunque sus dolencias continúen.
En los peores, sufren daños irreparables y hasta la muerte”, declara.
“Últimamente me han llegado demasiados pacientes con las rodillas destruidas por el tratamiento alternativo de moda: la inyección de plasma. En Cancún les cobran entre mil a 3 mil pesos por inyecciones semanales, como parte de un proceso de dos años”, cita.
Añade que, al principio, como efecto placebo, sienten un mejoramiento. A la mitad del proceso ya no, comenzando los dolores por los daños provocados por las inyecciones, pero deciden continuar por todo lo invertido. Al final terminan gastando entre 70 mil a 200 mil por nada, cuando una cirugía para las rodillas llega a costar 120 mil pesos.
Cita que no existen estudios realizados con estricto rigor científico o avalados por la OMS o la Administración de Alimentos y Medicamentos que comprueben su veracidad.
La Secretaría de Salud Federal aún no tiene una regulación sobre estas “ciencias alternativas”, a pesar de que ha sido una solicitud constante.
Esto para evitar casos como el sucedido en Playa del Carmen a finales del año pasado, cuando una persona terminó con graves daños en las piernas que hoy le tienen impedido caminar por la inyección de “Ozonoterapia”.
El Congreso de la Unión tiene pospuesta cuatro iniciativas de regulación sobre este tema desde 2018. Mientras tanto, desconocen siquiera quiénes son las personas que ofrecen este tipo de tratamiento, sus investigaciones, cédulas profesionales, instalaciones donde atienden a pacientes o códigos de conducta.
Se estima por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios que en Cancún existen más de 40 de este tipo de centros, mientras que en Chetumal son 14. Esto incluye a clínicas de ozonoterapia, de plasma, acupuntura, medicina tradicional prehispánica, electromagnetismo, etc.
FUENTE:SIPSE